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Así es el nuevo chalet millonario de Christian Gálvez y Patricia Pardo
Se trata de una casa ubicada a las afueras de Madrid que cuenta con una superficie de 500 metros cuadrados y un jardín de 1.400.
En estos momentos, Christian Gálvez y Patricia Pardo deben tener la loza, algún cuadro y muchos ornamentos que tan solo sirven para colocarlos en una esquina olvidada de la casa envueltos y ocultos en unas cajas de cartón que sólo abrirán cuando se instalen definitivamente en su nuevo hogar. Que están de mudanza. Tal y como ha podido saber SEMANA, la pareja se encuentra en pleno proceso de traslado a una casa de ensueño que buscan convertir en el nido de amor donde ver crecer su familia.
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El presentador de televisión ha adquirido un inmueble junto a su marido, Roberto Cortés, que engrosa un patrimonio que espera legar, en su mayoría, a los más necesitados.
La cantante estadounidense ha conseguido liberarse de su domicilio en Bel-Air después de ocho meses intentando venderlo, aunque ha tenido que rebajar el precio.
No es un inmueble cualquiera. Se trata, según la citada revista, de un lujoso chalet ubicado a las afueras de Madrid y que está valorado en 1.100.000 euros; una residencia que es considerada por muchos como una mansión y que se yergue en una amplia finca —piscina incluida— como un auténtico retazo de lujo.
Máximo lujo, máxima seguridad
Son 500 los metros cuadrados construidos, que se distribuyen en cinco dormitorios, terraza, un salón de 40 metros y cinco baños. Un fantástico vestidor de madera de haya y un amplio garaje donde caben hasta cuatro coches. Más allá de los muros, un jardín de otros 1.400 metros. Si bien es cierto que su tren de vida anterior no debía ser en absoluto incómodo, este salto, dos meses después del nacimiento de su primer hijo en común, es todo un salto de la modestia al lujo en lo que al asunto inmobiliario respecta.
Por si fuera poco, la casa cuenta con dos pistas de pádel, que son parte de la urbanización en la que se encuentra, así como un gimnasio y un área infantil. Pasos peatonales y carriles bici. Casi una ciudad en sí misma que está rodeada de una seguridad personificada en vigilantes que trabajan las 24 horas del día.
Tal y como ha concretado la revista, la residencia se encuentra en el centro de un encinar centenario que, a su vez, convierte esta urbanización en un enclave verde —todo lo verde que puede permitir la proximidad a la capital—. Todavía más cerca de lo natural está la casa en la que el matrimonio decidió invertir el pasado verano, ubicada en la gallega ría de Betanzos y bastante parecida a la que acaban de comprar. Quieren cuidar su futuro juntos y ya parecen haber encontrado el marco de la puerta de esta nueva etapa. Por el momento, la loza, los cuadros y los ornamentos, en cajas de cartón.