Así es el centro de inserción social donde Carlo Costanzia duerme todas las noches

La incipiente y repentina historia de amor entre Alejandra Rubio y Carlo Costanzia ha sido carne de debate desde que el día de San Valentín saliera a la luz una fotografía de ambos fundiéndose en un apasionado beso. Sin embargo, entre el caliente aire empalagoso que envuelve su relación, tan intensa como todas en un inicio, y la todavía incredulidad mediática que lo acompaña, ha pasado por alto un detalle en el que hoy Semana profundiza: el hijo de Mar Flores está cumpliendo condena.

Son 21 meses de pena los que tiene que cumplir Costanzia en el centro de inserción social (CIS) Josefina Aldecoa, situado en el complejo penitenciario de Navalcarnero (Madrid). El motivo: un delito de estafa continuado relacionado con un negocio de compraventa de coches de lujo. Aunque se trata de un régimen abierto, el joven debe dormir todas las noches en el citado centro de manera obligatoria.

Habitación y talleres reeducativos

Tal y como detalla la mencionada revista, los usuarios destinados a este lugar llevan a cabo una vida normal; únicamente acuden al centro por la noche, y, además, deben llevar una pulsera telemática que controla sus movimientos, amén de la vigilancia a la que están sometidos. Ambas claves deben entenderse en tanto que los allí se tratan de personas con el tercer grado. Es decir, aquellos cuya condena es leve o que han conseguido rebajar su condena por buen comportamiento.

En el caso del hijo de Mar Flores, la condena que solicitaba la fiscalía era, inicialmente, de nueve años. No obstante, tras un acuerdo entre las partes, se redujo a 21 meses y la devolución de más de 100.000 euros como reparación. La presencia de antecedentes penales hizo que, aunque este caso en sí mismo no superase los dos años, tuviera que ir a la cárcel.

Allí, según han explicado a Semana desde el propio centro, Costanzia duerme en una habitación. Las palabras son importantes: no pernocta en una celda, sino en un cuarto. Esta es una de las mayores diferencias que contempla el CIS en comparación con otros edificios penitenciarios.

Otros de los puntos más relevantes son la posibilidad de poder decidir si se comparte o no habitación o la existencia de talleres reeducativos. Y, por supuesto, el poder realizar tu propia vida más allá de los muros del lugar; qué mejor ejemplo que la incipiente historia de amor que tiene al país boquiabierto.