TELEVISIÓN

Así es a día de hoy la vida de Manuel Torreiglesias, el mítico presentador de ‘Saber y vivir’

El que fuera rostro del programa de TVE durante doce años confesó en una entrevista llevar una rutina tranquila, apuntarse a la universidad y hacer pilates.

Así es a día de hoy la vida de Manuel Torreiglesias, el mítico presentador de ‘Saber y vivir’

La televisión, así como la esperanza, el miedo o cualquier término en plano conceptual, tiene muchos rostros diferentes. En España muchos están ligados vitalmente a la que durante años y décadas fue la imagen de ese mundo audiovisual que entraba desde una antena: TVE. Han sido muchos los programas que han tenido recorrido en La Corporación; entre ellos, Saber vivir, que se ha ido reinventando con el paso del tiempo, pero que vivió su época dorada durante los 12 años permaneció como formato intocable de la mano de Manuel Torreiglesias.

Fue de 1997 a 2009. Después, pasó a integrarse en La mañana de La 1 hasta este mismo año, que ha vuelto a constituirse como espacio individual emitido una vez a la semana. Pero poco tiene que ver con la época de Torreiglesias, que finalizó de manera abrupta cuando la directiva de TVE despidió al presentador por “incumplir algunas normas básicas de la cadena relativas a la inserción de espacios de publicidad en los programas”.

Un episodio que el propio conductor no dudó en criticar por su rotunda disconformidad. “El director de TVE me comunicó el despido por motivos que en absoluto comparto. Por lealtad le dije que iba a guardar silencio”, dijo entonces. Emigró así a Intereconomía, donde presentó +Vivir hasta 2013. Después vino eso mismo. El silencio.

Del primer plano a la lejanía de los focos

Su vida ha cambiado mucho desde que no otea un pelotón de cámaras apuntando a un plató como rutina. El presentador gallego ya suma 82 calendarios, vive tranquilo y, aunque su presencia escapa de los focos, de vez en cuando incursiona en ese mundo que un día protagonizó. Así lo hizo en 2019, como un retazo del pasado encabezando la página de un rotativo. Fue en una entrevista para La Voz de Galicia, megáfono que empleó discretamente para confesar a qué dedica su tiempo en la actualidad.

“Hace años que no aparezco en televisión, pero la gente piensa que todavía sigo y que me ha visto hace poco”, confesaba en un inicio, justo antes de revelar que “casi no ve la tele”, pero que todavía no ha perdido “la manía de consultar las audiencias todos los días, es una especie de droga”. Su vida había pasado a desarrollarse entre Madrid y Cabanas, en su Galicia natal.

Tal y como decía entonces, ahora distribuía su tiempo libre entre clases de pilates y las de la universidad para mayores a la que se había matriculado. “Me apunté a unas clases que tenían que ver con el mundo de la literatura para aprender a leer libros e interpretar a los autores”, detalló.

Otra de las potentes frases que dejó en aquella entrevista apuntaba directamente a una tendencia hacia la que se encamina la televisión y que, lamentaba, es cada vez más frecuente. “Yo tengo 78 años. ¿Cuántos presentadores hay en televisión con esa edad? Sólo quieren jóvenes, se apuesta por lo guapo y atlético”, se quejaba. Un mundo que poco tiene que ver con aquel que conoció Torreiglesias y que ahora observa cambiar desde la atalaya de la experiencia.