JUSTICIA

Asamoah Gyan, condenado a indemnizar a su exmujer con una gasolinera

El exfutbolista de Ghana también tendrá que entregar a Gifty Gyan dos casas, dos coches y una importante suma de dinero mensual después de que una prueba de ADN confirmase que es el padre biológico de sus tres hijos.

El delantero que portaba el 3. El punta ghanés se dio a conocer en el mundo del fútbol por sus goles en el Mundial de Sudáfrica de 2010. Un penalti fallado en el minuto 120 en cuartos ante Uruguay propició que se llegara a la tanda donde se clasificó el conjunto charrúa

El nombre de Asamoah Gyan, aquel futbolista que erró el penalti más importante de la historia de Ghana en los cuartos de final del Mundial 2010 después de que Luis Suárez atajase el balón con la mano cuando iba dentro de las mallas, ha regresado a la palestra tras ser condenado por la justicia de su país.

El exfutbolista del Udinese, Modena o Rennes, entre otros equipos, ha perdido una demanda contra Gifty Gyan, su exmujer, tras reconocer en reiteradas ocasiones que sus tres hijos no eran suyos, pero una prueba de ADN le ha denegado toda la razón.

La justicia ha condenado a Gyan a indemnizar a esta persona con dos casas, dos coches, una gasolinera y con 25.000 cedis (2.000 euros) mensuales para la manutención de los pequeños, según recoge la BBC. Una de las viviendas está ubicada en Reino Unido y la otra en Accra, la capital de Ghana, mientras que la estación de servicio que ha de entregar a su exmujer forma parte de su imperio empresarial.

Un enfrentamiento que empezó con una infidelidad

Dicha sentencia ha acabado con un enfrentamiento legal que se ha extendido más de tres años cuando el exfutbolista se divorció de Gifty por rumores de infidelidad. Gyan negó ser el padre biológico de los tres niños, pero una prueba de paternidad otorgó la razón a la madre de los tres menores.

Lo único que ha conseguido el condenado ha sido anular el enlace matrimonial que ambos formalizaron hace diez años. Antes de darse el ‘sí, quiero’, la pareja tuvo dos hijos, y por ello, el exfutbolista compró una casa de cuatro habitaciones en Accra, que a partir de ahora será propiedad de la que fuera su mujer.