Antonio Pacheco y Piti Hurtado: “La apuesta de Lebron por los Juegos es muy arriesgada”

Justo cuando se cumplen cinco años de la publicación del best seller La Pitipedia, Antonio Pacheco y Piti Hurtado publican Goat. ¿Quién es mejor: Jordan o LeBron? (Editorial Roca), donde ponen su mirada analítica (y sin embargo divertida) sobre los dos titanes que se disputan el trono de la cancha.

En el libro, ustedes preguntan quién es mejor, si Jordan o LeBron. Pero ya avisáis en el prólogo de que para vosotros es mejor Magic Johnson. La narrativa quizá no acompaña, pero ¿por qué no generar un debate más abierto?

P. H.: Si lo abrimos mucho, entonces no terminaríamos nunca. Porque están Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain, el mismo Johnson, Kobe Bryant… Muchos van de amarillo, que es mi equipo los Lakers.

A. P.: Hay un consenso a estas alturas del partido de que el debate está entre estos dos. Cada uno podemos tener nuestra opinión basada más quizás en sentimientos que en realidades, pero yo creo que el debate está entre estos dos.

Y de los dos, ¿cuál es el mejor?

A. P.: Este duelo depende mucho de la generación a la que pertenezcas. Es muy difícil para los que hemos crecido más con Jordan que venga alguien a desbancarlo. Pero una vez lees el libro se te descolocan muchas cosas en la cabeza y revisas los prejuicios que tenías antes de leerlo. Para mí, por ejemplo, investigando y escribiendo, la figura de LeBron ha crecido de una manera espectacular.

P. H.: Estoy de acuerdo. Los boomers están irritados ante el debate y ante el libro. ¿Por qué? Porque al final parece que Jordan es incontestable. Era un depredador simpático que consiguió todo lo que consiguió y que nos lo recordaron en pandemia con el documental. Pero nosotros ofrecemos que lean el libro y que profundicen un poco sobre LeBron, porque es realmente interesante toda su carrera y los últimos años, más todavía.

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De todos los aspectos que se analizan en el libro, ¿cuál es para ustedes el primordial, el que decanta la balanza hacia uno u otro?

P. H.: Todo el mundo se agarra a las finales jugadas y ganadas. Lo que pasa es que, si solo hablamos de a las que llegó Jordan, las ganó, y LeBron ha llegado a más, que no ha ganado también. Yo creo que hay que matizarlo. LeBron ha intentado muchas más cosas. Ha conseguido con equipos peores llegar a la final. Ha conseguido alargar su carrera de tal forma que incluso con el libro ya entregado y en las librerías va a jugar otra vez los Juegos Olímpicos por el orgullo de recuperar el trono para su país. Michael Jordan estuvo ahí con 40 años y se le daba mérito a que con edad su equipo estuviera ahí casi en los playoffs. Y con LeBron le ponemos el listón mucho más alto.

Para nosotros no está todo decantado, y cada lector tiene al final de cada capítulo un veredicto sobre cada aspecto. Al principio puede decir quién es su favorito y al final vamos a ver si hemos conseguido dar más información para cambiar de opinión o no.

A. P.: El libro habla de muchas cosas que permiten sacar una radiografía más completa de ambos como personajes, no solo como jugadores de baloncesto. No hay un ensayo tan completo en este sentido. Lo que pasa es que algunos le damos más importancia que otros a unas determinadas cosas. Yo soy muy primario y para mí esto del baloncesto es meter la pelota en la canasta. Si hablamos de meter la pelota en la canasta, para mí tendría que ser Jordan. Pero es que luego veo todo el conglomerado LeBron, cómo está jugando con 40 años, los triples dobles de ahora, y lo flipo.

¿Qué les ha llevado a meterse en este debate? ¿Cómo surgió la idea?

P. H.: Es un tema de conversación para mucha gente. Mis compañeros periodistas, gente de mucho recorrido, cuando supieron que estábamos con este libro, me dijeron: “Me da igual lo que escribáis, porque yo lo tengo claro”. Hoy en día el 70% de los jugadores de la NBA consideran que LeBron James es el mejor jugador de la historia. Todos ellos han jugado contra LeBron y no han jugado contra Michael Jordan. Con el paso de los años las cosas cambian. ¿Por qué no podemos contemplar que LeBron James puede ser el mejor de la historia?

A. P.: También es que somos muy de pelearnos con el talibanismo. En la Feria del Libro había gente que pasaba y decía: “Jordan”. Pero agresivos, como ‘¿qué estáis haciendo? El baloncesto es un deporte maravilloso por un sinfín de cosas. Y una de ellas son los debates. Todo se puede hablar, todo se puede discutir y todo es opinable. Y eso es fabuloso.

P. H.: ¿Por qué hay que elegir? Como la gente que dice que es más de salado que de dulce y terminan no pidiendo postre, pero sí dos cucharillas. Entonces, como todo el mundo quiere meter la cuchara en el debate, pues vamos a abrir el debate.

Y ¿quién es el tercero en discordia? ¿Kobe Bryant?

A. P.: Creo que Kobe le queremos tanto porque tiene un storytelling fabuloso. Es el jugador hecho a sí mismo. La estrella que venía del instituto y que arrasó desde el principio. Y el gen competitivo. Lo tiene todo. La narrativa es sensacional, pero honestamente creo que está un peldaño por debajo de estos dos. Y en ese peldaño hay otros jugadores. No está solo él.

P. H.: Sí, y yo voy un poquito más allá. Yo a Stephen Curry lo incluyo en este debate y le pongo un asterisco. Es el de mejor jugador de la historia midiendo menos de 1,90. Y cuando hablamos de ser mejor jugador también hablamos de dominio durante años, no solo durante un periodo. Y estos han sido dos jugadores que han sido líderes siempre.

Destaquen un jugador español, por favor.

P. H.: Pau Gasol ha sido el que ha liderado más, el que le dio la vuelta un poco a todo. Es verdad que bebe mucho de la fuente de Navarro y Raúl López siendo júnior, pero Pau Gasol nos lleva a otra dimensión.

A. P.: Ya, eso es incontestable. Yo creo que es que aquí es incontestable. Pero, como dicen los del boxeo, libra por libra, el de más calidad es Navarro.

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¿Podría Juan Carlos Navarro haber dado mucho más a la NBA?

A. P.: Sin duda. Sin duda que claro. Podría haber tenido la carrera que hubiera querido. Pero él decidió que su sitio no era ese, sino volver a su equipo y triunfar en Europa y liderar a su equipo de siempre a ganar títulos, que a mí eso me parece igual de respetable o más que quedarte en la NBA.

Como Sergio Llull, que prefirió quedarse en el Real Madrid y ganarlo todo.

P. H.: Muchas veces se ha dicho que el campeonato del mundo anual es ganar la NBA. Bueno, pues el campeonato del mundo para Llull o Navarro es estar siempre con la misma camiseta y tratar de liderar a su equipo a ganar la Euroliga, la ACB y la Copa del Rey. Son los mundos de cada uno y hay que respetarlos.

A la hora de decidir, ¿qué tiene más peso: la narrativa, la memoria histórica, los highlights, las estadísticas?

P. H.: Una mezcla de la narrativa con la perspectiva histórica de los grandes momentos.

A. P.: La narrativa sostenida en hechos. Por ejemplo, uno de los hechos que considero muy relevantes en este debate es el documental de Netflix The Last Dance. Lo sacan en el momento en el que estábamos todos confinados y hace que de repente Jordan sea ídolo y trascienda generaciones, a personas que solo sabían de él por las zapatillas y de repente vieron cómo era.

Un podio para los Juegos Olímpicos, por favor.

P. H.: Los grandes favoritos por plantilla son Estados Unidos, Francia y Serbia. Pero a nosotros nos va bien un poco ese baile, que no nos consideren favoritos.

A. P.: Mi podio es Francia, Estados Unidos y España, por este orden.

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¿Decantaría la balanza el oro para LeBron en los Juegos?

P. H.: No, yo creo que sumaría. O sea, solo le restaría no conseguir el oro. Es casi obligado.

A. P.: Sí, esta es una apuesta valiente por su parte, porque solo puede ir a peor.

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