Ana Obregón: el futuro que ha planeado para su nieta

“He luchado a través del océano, con uñas y dientes, por tener un poquito de mi hijo, de Aless, aquí y poder decirle algún día a mi niña, con todo el orgullo y gritarlo al mundo entero, que es la hija de un héroe”, dice Ana Obregón en Hola en su primera entrevista tras conocerse que ha sido madre legal en Estados Unidos a través de gestación subrogada y con las muestras biológicas de su hijo fallecido, Aless.

Una de las incógnitas al respecto de su maternidad legal versaba sobre el futuro de la pequeña Ana Sandra, ya que no hay que olvidar que la presentadora tiene en la actualidad 68 años. Pero la actriz lo tiene claro, no estará sola y tendrá primos y más familia de su edad con los que jugar.

“Yo he trabajado toda mi vida y, gracias a Dios, tengo la suerte de poder dejarla en muy buena situación cuando yo no esté. Y hasta entonces, tengo todo el amor del mundo para darle”. Y todo el tiempo que tenga será para ella. Entre bromas dice no repetirá los errores del pasado, que solo será posible sacarla de su casa “con una grúa”. “Con mi hijo, al mes de nacer ya estaba grabando ¿Qué apostamos? y era un horror. Dejaba al niño y me iba llorando a grabar. Pero ahora mi niña va a tener todo el amor de su abuela”.

Con la habitación preparada

Aunque tanto la bióloga como la niña siguen en Florida ultimando los trámites administrativos y de registro de la pequeña, en Madrid está todo preparado para recibirlas a ambas. “Sí, ya tengo todo. Tengo su cuna. Va a dormir en el cuarto de su papá, de Aless. Es un cuarto en el que no he tocado nada todavía, porque no me siento capaz. Iba a hacerle un cuartito aparte, pero le dije: ‘No. Vas a dormir con tu papá, que te va a cuidar como un ángel por las noches’”, cuenta con emoción.

Esa habitación de la que habla era donde dormía su hijo, Aless, muerto en 2020 por culpa de cáncer. Él fue quien pidió a sus padres que cumpliesen su deseo de tener familia, por lo que para Ana esta pequeña es “su bendición”. “Es la niña más deseada del mundo, porque la han deseado desde la tierra y desde el cielo”.

Sabrá toda la verdad

Acerca de qué pasará si algún día la niña pregunta quién es su madre, ella lo tiene claro. “Pues, con naturalidad, yo le diré a la niña: ‘Pues mira, tu papá está en el cielo y lo que él más deseaba era que vinieras al mundo, y tu mamá es una donante’, y ya. ¿Cuál es el problema?”.

“Quiero que se sepa la verdad, claro. Porque yo no tengo nada que ocultar, todo lo contrario. Es un orgullo, es un milagro. ¿Cómo voy a ocultar una bendición de Dios?”, relata.

“Ha sido muy difícil. El embarazo no se produjo al primer intento ni mucho menos; han sido varias veces y cada vez que no salía me llevaba un disgusto horrible y a empezar de nuevo”, explica.