Ana Guerra, sobre su boda si asiste la reina Letizia: “Habrá un plan muy específico”

Suenan campanas de boda con tanta fuerza que la espadaña de la iglesia amenaza con derrumbarse. Ana Guerra y Víctor Elías tienen rodeado el próximo 31 de octubre en el calendario porque será, presuntamente, el día más feliz de sus vidas: su boda, uno de los eventos del mundo del corazón más esperados del año. Cada goteo de información se antoja insuficiente; todos tienen ganas de ver cómo esa pareja tan feliz se da el ‘sí quiero’ frente a Fran Perea, de saber qué comerán, cómo serán los trajes y vestidos y, sobre todo, si acudirá la reina Letizia a la ceremonia.

“Ya sabéis que no he mandado las invitaciones aún. A ella sí se las vamos a mandar, eso te lo puedo asegurar cien por cien. Hemos invitado a toda la familia; y Letizia, como prima segunda de Víctor que es, está invitadísima a la boda. Ojalá pueda ir”, ha detallado la extriunfita en la gala de los Premios Dial.

La cantante tiene dos claras, nítidas: que si acude habrá ciertamente una especie de protocolo y que, por otro lado, la existencia de esta norma, intrínseca en todas y cada una de las personalidades de la Casa Real, no casa con la verdadera esencia de la reina. “Evidentemente habrá un plan muy específico para lo que ellos tengan que hacer y serán muy libres de hacer lo que tengan que hacer. Pero quiero que penséis que ella tiene una parafernalia detrás que no tiene nada que ver sobre cómo es realmente. La reina es una persona llanísima. No la conozco, pero Víctor me ha hablado mucho de ella y es una persona absolutamente normal”, ha explicado.

“Igual subo y canto un bolerito”

Son días de ilusión y su mente, cada esquina de su imaginación, lo sabe. También las de quienes se encargan de traducir los deseos en realidad, genios sin lámpara. “La verdad es que tengo unas wedding planner maravillosas, que son quienes se están quedando calvas con la planificación”, ha confesado Guerra.

A nadie sorprende que la tinerfeña quiera disponer de algunos elementos musicales en su ceremonia nupcial; lo cierto es que ya lo tiene más que diseñado: “Me gustaría que haya música en directo, que todos los que vayan sean nuestros familiares y nuestros amigos de verdad y que en la boda suenen boleros”. No queda ahí. “Pues igual subo y canto algún bolerito, pero no de forma premeditada. Si me apetece subo, pero me bajaré enseguida porque, como soy la novia, ya tengo demasiado protagonismo encima”, reflexionaba en alto.

Además, Guerra ha confesado que es el actor quien tira del carro en lo que a los preparativos de la boda respecta. “Está muy implicado. Es él quien me tira de las orejas, me está metiendo prisa con la prueba del menú, con que no llegamos a tiempo... sabe que aún no tengo el traje, pero bueno”, vacilaba. Poco a poco van pasando las semanas y, espadaña arriba o espadaña abajo, llegará el día en el que, Letizia dentro o Letizia fuera, se juren amor para siempre.