JUICIO A ALVES
Alves: “Estábamos disfrutando y nada más”
El acusado ha defendido su inocencia este miércoles sustentando su versión en el pleno consentimiento de la denunciante y la atenuante de que iba borracho.
El juicio de Alves afrontaba su tercer día con la incógnita sobre su declaración flotando sobre la sección 21 de la Audiencia de la capital catalana. Y declaró. El futbolista brasileño, acusado de violación a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022, ha defendido su inocencia este miércoles en una declaración que ha durado 20 minutos y en la que únicamente ha respondido a las preguntas de su abogada.
La base de su relato ha sido la existencia en todo momento de consentimiento y, amén del último cambio de versión, la atenuante del alcohol y el convencimiento de que iba borracho. Tal y como ha expresado, ambos mantuvieron relaciones en los lavabos de la zona VIP “disfrutando y ya está, nada más”.
Las palabras de Alves difieren completamente del relato de la víctima hasta el punto de asegurar que fue la propia denunciante quien llevó la iniciativa: la supuesta víctima, su prima y una amiga fueron invitadas por el acusado a la exclusiva parte de la discoteca y, allí, comenzaron a bailar. Según la denunciante, se sintió incómoda. Según Alves, todo lo contrario. “No estaban para nada incómodas. La denunciante y yo empezamos a bailar un poco más pegados. Estuvimos un rato interactuando, pasándolo bien. Ella empezó a rozar sus partes con la mía, un baile típico de discoteca. Empezó a perrear, perdone la palabra, y empezamos a intimar”, ha expuesto el futbolista.
Lo ocurrido en el baño, según Alves
Tal y como relata el futbolista, se acercaba a ellas “pero con respeto”. Y luego vino lo demás. “Yo le dije de ir primero al baño y que ella entrará después. Fui me quedé un rato esperando, creí que no iba a venir. Ya me iba cuando vi que estaba entrando. Cuando entramos al baño, ella empezó a desabrocharme los pantalones, yo la ayudé. Ella se puso encima mío y empezó a hacerme una felación”, expresa.
Tras la felación, la chica se sentó encima de él “y yo la agarré por la cintura, y cuando fui a eyacular traté de hacerlo fuera de su sexo. Luego le dije que no quería que saliéramos juntos”. Entonces niega que la chica pusiera ningún tipo de oposición en el baño: “yo no soy un hombre violento, para nada le agarré del pelo”.
Añade que al salir de Sutton no vio a las chicas en la puerta, y se fue para casa junto a su mujer. Tal y como asegura, Dani Alves se enteró de la denuncia al día siguiente por una noticia en la prensa. “Me mandaron un comunicado que me estaban acusando”, dice entre lágrimas.
La atenuante del alcohol
Según han indicado los peritos, basándose en los tickets de consumiciones que la defensa entregó, Alves tomó con sus tres amigos un total de cinco botellas de vino y una de whisky. Después, el brasileño consumió un gin tonic y, ya en la discoteca y según han captado las cámaras de seguridad, se bebió otras seis copas de champán.
Esta revelación, que se presenta en clave de atenuante, se unen a las imágenes de las citadas cámaras de Sutton en las que Alves “parece que se caiga” y llevan a las psicólogas a formular que, quizá, el futbolista podría estar sufriendo una “intoxicación alcohólica” que le originaba una “afectación importante a sus capacidades volitivas”.
La fiscal, Elizabeth Jiménez, se ha mostrado contundente ante este nuevo escenario: “ha dado tantas declaraciones que ya nos hemos perdido. Hoy ha introducido que iba bebido. Sinceramente pienso que toda esta batería de versiones es porque se sentía impune. Vino al juzgado de instrucción soberanamente tranquilo. Sus cambios de versiones han sido llamativas”.
Conclusiones de las partes
Tras la declaración de Alves se han sucedido las conclusiones de la fiscalía, de la acusación particular y de la defensa del acusado. La primera parte ha sido pronunciada por la fiscal, Elizabeth Jiménez, quien ha hecho hincapié en la valentía de la denunciante y ha aprovechado el resquicio de las contradicciones de Alves para arremeter contra su versión y, por otro lado, valorar la credibilidad del relato de la denunciante.
Las palabras de la acusación particular han sido pronunciadas por la abogada Ester García, que ha calificado lo ocurrido como “un acto de humillación” asegurando que “carece de sentido que se cuestione a nuestra representada por elementos periféricos que no tienen que ver con el núcleo central de la agresión sexual”.
Finalmente, la abogada de Alves, Inés Guardiola, ha pedido la absolución de su cliente argumentando que “el relato de la víctima no reúne los requisitos de jurisprudencia, no tiene corroboración en los medios de prueba, es contrario a la prueba videográfica y médica”, poniendo de ejemplo algunas filmaciones de las cámaras de seguridad y del mapa de huellas del baño y concluyendo con que “se evidenció una estrategia para evitar incurrir en contradicciones”.
Tras pedir la defensa las atenuantes de reparación del daño, de vulneración de derechos fundamentales y de intoxicación etílica, tenía el acusado el derecho de última palabra. Y renunció a él. Solicitó la defensa la libertad inmediata del brasileño al considerar “una sentencia prematura” y proponiendo otras medidas —encontrando la oposición de las otras dos partes—, pero habrá que esperar unos días a que el tribunal dé respuesta a la petición. En cuanto al juicio, ya ha sonado el mazo judicial. Visto para sentencia.