Alejandro y Sofía: cita amañada en ‘First dates’
Ambos solteros se conocían de antes y las amigas de él lo organizaron para que pudiese hablar con la “pija macarra” que le vuelve loco.
Alejandro acudía anoche a First dates pero la sorpresa no se la llevaba él, sino Carlos Sobera. Y es que el soltero le confesaba que sabía con quién iba a tener su cita, ya que se la habían organizado sus amigas con una chica a la que conocía de antes de verse en la discoteca.
Apenas habían hablado hasta ese momento, pero él la definía como “una pija macarra” que le vuelve loco, y así lo demostró durante la cita, en la que ambos no pararon de reír y disfrutaron mucho de su compañía.
Alejandro, que cursa Bachillerato, le contó a Sobera que es simpático y que también se ve muy guapo cuando se mira al espejo, pese a no considerarse un presumido o soberbio. Ella, por su parte, se definía como una universitaria que podía parecer algo pija, pero que era “muy basta hablando”. Además, le encanta salir de fiesta, y de ahí que le sonase la cara de él.
Cuando le ha visto en la barra, le ha entrado la risa nerviosa. Sobera le contó el plan de las amigas de Alejandro y a ella le ha gustado que hubiese preparado algo así para conocerla. Él, por su parte, se quedó mudo.
Mejor en ‘First dates’ que de fiesta
La cita transcurrió mejor de lo que él, quien le dijo que prefería conocerla en First dates y no en una noche de fiesta, hubiese pensado, algo en lo que ella estaba de acuerdo. Ambos estuvieron charlando y actualizándose sobre sus vidas porque hacía tiempo que no se veían.
Alejandro le contó que ya no tenía redes sociales y que seguía estudiando mientras trabajaba en una tienda de zapatillas. A ella, por su parte, no se le está dando muy bien su etapa como universitaria.
Ambos han coincidido también en su deporte favorito: el golf. Y en su gusto por salir de fiesta, aunque Alejandro le ha confesado que él no bebe, que aguanta únicamente porque le encantan la música electrónica y el hardcore. En ese momento se han retado, ella le pedía que le mostrase cómo bailaba y él accedía si antes ella le enseñaba cómo jugaba al golf.
Ahí ella se ponía de pie para mostrarle la postura de golpeo, que él quiso corregir, y ambos entonces le entraba un ataque de risa. Han disfrutado tanto que terminaron la cita con un beso y felices de haberse gustado, con la esperanza de que surja algo más especial.