Alba Silva, sobre el atestado del accidente de Sergio Rico: “No sabemos muy bien qué ha pasado”
La mujer del portero del Paris Saint Germain ha dado nuevos detalles sobre la reacción de la familia al atestado. Rico, mientras tanto, sigue mejorando despacio.
Sergio Rico sigue recuperándose poco a poco de las lesiones sufridas a consecuencia de un accidente con un caballo durante El Rocío y que le mantienen en la Unidad de Cuidados Intensivos desde hace más de un mes. Con el apoyo de su mujer y del resto de su familia el portero del Paris Saint Germain mejora progresivamente y ya reconoce a las personas que entran en su habitación, pero aun así los especialistas prefieren mantenerle en observación.
Hace unos días, la Cadena SER accedió al atestado policial de los hechos que le provocaron la lesión. El juez de la sala número 2 de La Palma del Condado ha decidido sobreseer el caso ante la falta de información y de testigos que presenciasen lo sucedido. Su mujer, Alba Silva, ha reaccionado delante de los micrófonos de Europa Press a la publicación del documento.
“Va mejorando poco a poco, pero lentamente. No había muchos testigos, entonces no sabemos exactamente muy bien qué ha pasado. Yo tampoco estaba delante, me pilló dormida y bueno, estamos nosotros también a la espera de ver el atestado para ver si se sabe algo más, pero no hemos podido concretar mucho más”, ha pronunciado Silva a la salida del hospital Virgen del Rocio de Sevilla.
Lo que dice el atestado
El escrito del juez, de 64 páginas de extensión, certifica que el portero fue golpeado en la cabeza por un caballo. Las personas que se encontraban cerca del lugar de los hechos vieron ya a Sergio Rico tendido en el suelo, pero al no haber visto el golpe no se ha podido dictaminar si estaba subido a lomos del equino o si, por el contrario, recibió el impacto estando en el suelo.
“Al parecer, entre las 8 y las 9 de la mañana, un mulo que se encontraba amarrado a la verja de la vivienda […] por causas desconocidas se debió de asustar, rompiendo supuestamente la cuerda. Antes de correr con el charrete enganchado debió de romper también los troncos de la verja de madera que hay en la puerta de la vivienda”, explica el atestado.
El caballo se frenó más tarde en un lugar en el que había un camión de basura. De repente, aunque no se ha podido concretar “cómo pudieron ocurrir los hechos con total exactitud”, el accidentado, al parecer, en ese preciso instante se encontraba próximo al caballo que le produjo las lesiones, siendo arrollado o golpeado por el equipo, quedando el cuerpo de esta persona sobre la arena de la calle”, agrega.