Alba Carrillo sentencia a Ana Rosa Quintana: “No tiene ningún poder y cada vez menos”

Hace mucho que la relación personal y profesional entre Alba Carrillo y Ana Rosa Quintana se marchitó de manera irreversible, trasladando sus diferencias a los tribunales y haciendo que cada comentario que una le dedica a la otra, especialmente la primera y amén de un cierto silencio de la segunda, una fuente de acusaciones que, de un tiempo a esta parte, son tan poco discretas que ya ni se pretenden disimular.

Hace escasos días visitaba la modelo el plató de Land Rober, en TVG, y, después de llamar “cadena del váter” a Telecinco, no se cortó a la hora de dirigirse a su antigua jefa. “Ay, me ha dado un retortijón. Ha pasado algo de un Villarejo, ¿no? No sé, no sé. Ahí parece una tortuga. ¿Le habéis sacado una foto malísima o está así ahora?”, dijo Carrillo, agregando que “es... bien jodida” y “una cínica” con la que hay que tener “cuidado en las fiestas, que os puede grabar”, haciendo alusión a las imágenes que Fiesta publicó de la celebración de Navidad de Unicorn Content en la que Jorge Pérez le fue infiel a su esposa con ella. Mismas balas ha disparado en su visita a Grupete de noche, podcast de Podimo, motivada su voz, además, por cierta animadversión por parte de los presentadores del formato.

“No tiene inteligencia, ni rapidez...”

Uno de los conductores del citado espacio inducía el tema tachando a Ana Rosa Quintana de ser “una de las villanas más populares de la televisión”, a lo que la modelo respondía rápidamente que no era así: “Yo tengo que corregiros. Villana es alguien inteligente e interesante que a lo mejor tiene cierto atractivo. A mí me parece que ella no tiene ningún atractivo”.

No iba a quedar solamente ahí su acusación particular. “Además, cuando eres villana lo que mola es que no te pillen y a ella y a Villarejo les han pillado. Encima no tiene inteligencia, ni rapidez... Una villana tiene que ponerte cachondo. Yo soy villana a veces”, cerraba el círculo de la metáfora, que subía de tono a merced de un duro comentario por parte de otro presentador: “Lo que no puedes ser es Hitler con un cardado”.

Extendió su opinión a lo que, dice, es generalizado por parte de la sociedad, uniéndolo a la caída que su figura, juzga, está experimentando. “No tiene ningún poder y cada vez menos. Además, a la gente le cae mal. Dentro de los partidos políticos, de izquierda, de derecha, es una señora que cae mal, entonces a lo mejor tiene algo que ver con que hayan sacrificado la tarde de Telecinco, no sé”, asevera, sentenciando a la periodista con cinco fuertes palabras que funcionan como ataúd en el mundo televisivo: “La gente no quiere verla”.

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