Alba Carrillo estalla contra Ana Rosa Quintana: “Es una cínica”

La animadversión tiene tantas formas de dibujarse como malos pensamientos asaltan a quien inquina sufre, especialmente, por aborrecer lo que un día fue su hogar. En más de una ocasión se ha referido Alba Carrillo con palabras duras como una piedra y afiladas como un bifaz a la cadena de Fuencarral y, sobre todo, a la presentadora que, en tiempos, fue su jefa: Ana Rosa Quintana. La última ha sido en el plató de Land Rober, en TVG, donde acudió la modelo en calidad de invitada para despedir la temporada.

Lo cierto es que todo empezó a torcerse desde el principio. Rober Vilar, presentador del formato, propuso a Carrillo un curioso juego: debía “hablar bien y de buen rollo” sobre una serie de famosos que iban apareciendo en pantalla. Quizá intuyendo la trayectoria de los tiros, la televisiva madrileña disparó antes: “Entonces no me llames a mí”. Luego vino la danza de comentarios sutiles, cargados —casi— todos de esa intención que se deduce de un conflicto no resuelto. Esto es, animadversión.

“¿Le habéis sacado una foto malísima o está así ahora?”

Llegó la primera antes de que nadie desenfundase. Se encontraba el conductor del espacio recordando que la televisión gallega “no es como otras cadenas que les gusta...”, cuando la modelo, sin filtros, completó la idea, añadiendo, quizá, algo de explicitud: “Sí, que son cadenas, pero del váter, ¿no?”. Sabiendo ambos a qué canal hacían referencia, intentó Rober allanar el terreno sugiriendo que “cambió mucho esa cadena, ¿no? ¿No cambió?”, pero Carrillo, tajante, cerró la puerta a esa divagación: “No, no”.

Cambió el gesto cuando apareció en la pantalla una imagen de Ana Rosa Quintana. “Ay, me ha dado aquí un retortijón. Ha pasado algo de un Villarejo, ¿no? No sé, no sé”, pronunció en el mismo instante, como si de un acto reflejo se tratase, que apareció la fotografía de la presentadora de TardeAR. “Ahí parece una tortuga. ¿Le habéis sacado una foto malísima o está así ahora?”, arrojó después.

El tono había empezado a escalar de manera exponencial y quiso Rober recordar que la intención de esa sección era, precisamente, la contraria. “Este juego era para hablar bien”, deslizó el presentador, a lo que Carrillo respondió incisiva: “No, entonces tengo que decir que paso”. No iba a enterrar ahí el hacha de guerra. “Es... bien jodida. Trabajé con ella y fenomenal, ¿sabes? Me dejó sin paro, sin nada... Luego me tuvo que dar lo mío”, dijo después, haciendo referencia al conflicto judicial que mantuvo con Mediaset y Unicorn Content, que es la productora de Ana Rosa, derivado de la demanda que la modelo interpuso por “fraude de ley” y “despido improcedente”.

Tampoco era aquel el único recuerdo que iba a traer al presente. “Es una cínica. Tened cuidado con ella en las fiestas, que os puede grabar”, expresó como punto y final, claro guiño a las imágenes que Fiesta publicó de la celebración de Navidad de Unicorn Content en la que Jorge Pérez fue infiel a su esposa con la modelo. Un juego que no salió como se esperaba y muchos comentarios por los miles de cristales en los que se refleja la animadversión.

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