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Adara Molinero, demandada por falso testimonio
La clínica a la que la ganadora de ‘Gran Hermano VIP 7′ acusó de negligencia médica planea tomar medidas legales.
La vertiente legal que podía tomar el caso de supuesta negligencia médica que denunció Adara Molinero a través de redes sociales podría dar un giro de 180 grados. Hace dos días era la exconcursante de Supervivientes quien dio la primera voz de alarma: había ido a una clínica, cuyo nombre dijo, repitió y reiteró, a eliminarse unas manchas y salió directa a urgencias cargada de dolores y con las piernas rojas y llenas de marcas.
Sus publicaciones en Instagram son una acusación de forma directa a su médico. Y lejos de quedarse callado, según ha confirmado Saúl Ortiz en Fiesta, habrían decidido dar un paso adelante para combatir legalmente las palabras de la influencer y demostrar que, además, no hay ningún error en el procedimiento al que se sometió. “Es un tema serio con un final complicado”, adelantaba el periodista. Y no mentía.
“Adara lleva dos años tratándose con este doctor, haciéndose diversos tratamientos. Acude para tratarse las marcas de las piernas, que consiste en que son unas quemaduras controladas para que luego la piel se regenere”, empieza relatando Ortiz, especificando que, luego, “ella se pone nerviosa y acude a urgencias sin atender a las indicaciones del equipo médico de muy malas maneras y sin dejar que hagan su trabajo”.
Es decir, no habría fallo en la técnica de la clínica. O lo que es lo mismo: que la propia histeria de Molinero habría propiciado la historia de la negligencia médica. “El médico la persigue para decirle que lo sucedido es lo normal. Cuando consigue hablar con ella, ella dice ‘no quiero saber nada, habla con mi abogado’”, continuaba, para luego entonar una frase que retumbó en plató: “Están valorando interponer una demanda por hacer mala publicidad acusándoles de mala praxis”.
La versión de Molinero: quemaduras de segundo grado
La versión de Molinero es radicalmente distinta. “Me hicieron tres tipos de láser sabiendo que mi piel era delicada. Como él es un dermatólogo pensé que era normal lo que me estaba haciendo”, confió, aseverando que al acabar los láser le “empezó a arder la piel como si me hubieran puesto una plancha encima”. Para más inri, confesó que le trataron “como si fuera una exagerada” y aplicándole un aire frío que le daba más dolor todavía.
Luego acudió a urgencias. “Me pusieron una vía y me tuvieron que poner medicación. Tuve que salir de la clínica sin pantalones, en braguitas, porque no me podía tocar las heridas”, explicó, agregando que lo que le habían provocado en la clínica habían sido unas quemaduras de segundo grado. Ni más, ni menos.
“No sabéis la noche que he pasado. Estoy a base de enantyums. Me han tenido que vendar todas las piernas y tengo que volver dos días más al hospital para que me sigan haciendo curas”, decía entonces, preguntándose irónicamente cómo era posible que un dermatólogo le hubiera hecho aquello. Y aunque no esperaba respuesta, aquel interrogante lo recogió la misma clínica para responder a golpe de demanda.