A qué edad y cómo debes contarle a un niño quiénes son los Reyes Magos
El 6 de enero trae consigo la ilusión de millones de niños que se levantan este día abriendo los regalos de los reyes. Una ilusión que puede romperse.
A pocas horas de la llegada de sus majestades los Reyes Magos de Oriente, muchos padres ultiman todos los detalles para hacer que esta noche sea de lo más especial para sus hijos y seres queridos. Una velada en la que la ilusión juega un papel fundamental, sobre todo para los más pequeños.
Y es que a estas alturas, muchos niños se hacen diferentes cuestiones relacionadas con Melchor, Gaspar y Baltasar, como si es posible que visiten a todos los niños del mundo en una sola noche o si los de la cabalgata son distintos a los de la televisión. Unas dudas que nacen, según diversos psicólogos, a partir de los 6 o 7 años, cuando empiezan a pensar de manera más abstracta. Avisamos que a partir de aquí hay ‘spoilers’.
El mejor momento para contar la historia
Muchos tienen la duda de cuándo es el mejor momento para contar la verdadera historia de los Reyes Magos, y es que lo que muchos padres piensan que no quieren romper esa magia que llega cada Navidad a sus casas, pero los colegios e Internet no ayudan, y es que en ambos casos se pueden topar con la realidad antes siquiera de que se lo digan en casa.
Por ello, suele ser entre los 8 y los 10 años cuando se opta por explicar la realidad de los Reyes Magos de Oriente. Un momento quizás más tenso para algunos, pero que les hace madurar y evita posibles burlas de sus compañeros.
Cómo contarlo
Cada familia es libre de hacerlo como quiera, incluso si quieren alargar la magia más tiempo, pero aquí os contaremos algunas claves por si te han surgido dudas de cómo contarle la historia de los Reyes Magos a tus pequeños.
En dicho momento hay que mantener la calma, estando solos si es posible. Conviene ser directos pero sin decirle exactamente que “los Reyes son los padres”. Es recomendable contar una pequeña historia -sin irte por las ramas, claro-, desvelando que si se porta bien seguirá teniendo algún regalo bajo el árbol de Navidad.
Otra opción a la hora de contarle la vidad a un niño o una niña es si son hermanos mayores, y es que se les puede hacer cómplices para mantener esa magia entre los padres y uno de los hermanos. En esta situación, también cabe añadir que la reacción de los pequeños puede variar según el niño, y es que puede romper a llorar, sentirse triste, engañado, o mostrándose incrédulo ante tus palabras.