Jabeur repite final y salva el número uno de Swiatek

Aryna Sabalenka necesitaba una victoria más en Wimbledon para ser, a partir del próximo lunes, la nueva número uno del mundo. El triunfo, además, le hubiera metido en la final de un Grand Slam por segunda vez en su carrera (fue campeona del Open de Australia el pasado mes de enero). Pero la bielorrusa de 25 años y segunda del ranking, dejó escapar una oportunidad de oro después de ganar el primer set y sacar para ponerse con una ventaja de 5-3 en el segundo. A partir de ahí, se desinfló y Ons Jabeur, con su juego más variado, se impuso por 6-7 (5), 6-4 y 6-3 en 2h22 y será quien pelee por el título el sábado por segundo año consecutivo (en 2022 perdió ante Elena Rybakina), esta vez contra Marketa Vondrousova. La checa apeó a la ucraniana Elina Svitolina. La tunecina de 28 años y 6ª, de paso, salva el número uno de Iga Swiatek, que cayó en cuartos y seguro que le estará muy agradecida.

Sabalenka podría haber sido la nueva reina del tenis femenino por méritos propios. Es segunda en victorias (40) este curso, tras la propia Swiatek, con quien comparte también los mejores registros en semifinales (siete) y títulos (tres). Y ha jugado, al menos, la penúltima ronda en los tres primeros majors de 2023, algo que no lograba nadie desde Serena Williams en 2016. Aryna desplegó su arsenal ofensivo (39 golpes ganadores) e hizo del saque un arma letal (10 aces), pero le faltó paciencia y capacidad de sufrimiento para contrarrestar el inteligente tenis de Jabeur, que uso mucho el revés cortado para impedir que su rival entrará mucho más y con comodidad con la derecha.

Su estilo recuerda al de Ashleigh Barty y también se ha hecho merecedora de su éxito. Desde 2021, nadie ha ganado más encuentros sobre hierba (22) y también jugó en 2022 la final del US Open (cayó ante Swiatek). Además, falla muy poco (solo 13 errores no forzados), además de ser buena restadora.

Mentalidad

“Trabajo mucho con un entrenador mental, puedo escribir un libro sobre ello. Estoy muy orgullosa de mí misma, una antigua versión de mí habría perdido este partido y se habría ido a casa ya, pero hoy he encontrado la fuerza para mantenerme y remar”, explicó Ons, que aprende a “transformar la mala energía en buena”. “El enfado que tenía en el primer set... Me he querido mantener concentrada, hay cosas que no puedo controlar, como si ella hace un saque directo cuando tengo bola de break, y eso es frustrante. Pero lo he aceptado y he seguido empujando para ganar el partido y, ojalá, este torneo”, argumentó. Ahora, solo le separa Vondrousova de la gloria que persigue con ahínco. Y tiene cuentas pendientes con ella: “Marketa es una gran jugadora, este año me ha ganado dos veces, así que tendré que ir a por la revancha. De momento está funcionado”.