Espectacular inicio de Sara Sorribes: 6-2 y 6-1 ante McHale
La castellonense impuso su condición de favorita ante la estadounidense de 30 años y 261ª. Se enfrentará a Serena Williams o a Tan. Párrizas cayó ante Liu.
Sara Sorribes no había comenzado nunca un Grand Slam de una manera tan arrolladora como la de este martes en Wimbledon. La castellonense de 25 años y 45ª del mundo se deshizo de Christina McHale, estadounidense de 30 y 261º, que obtuvo su plaza en el cuadro principal desde la previa, por 6-2 y 6-1 en 77 minutos, y se enfrentará en segunda ronda, altura que ha alcanzado ya dos veces en el torneo (2018 y 2021) y que es su tope, a la estadounidense Serena Williams o la francesa Harmony Tan.
El juego de Sara, de frecuente saque y volea, a la antigua, le da buen rendimiento en hierba, porque es poco frecuente en el circuito femenino y sorprende. También es revés cortado que utiliza con maestría y su capacidad de notable doblista para volear. Así echó para atrás a McHale, una jugadora venida a menos que fue 24ª de la clasificación en su mejor temporada, la 2012, pero que fue un proyecto fallido del rico tenis USA. Sara ha demostrado que es capaz de cualquier cosa, lo hizo cuando ganó en el Mutua Madrid Open a Naomi Osaka, a la que había vencido ya en la Copa Federación de 2020. Ahora le aguarda su techo en Wimbledon.
Párrizas pierde una gran oportunidad
El debut de Nuria Párrizas en Wimbledon fue tibio, tirando a triste, porque la granadina de 30 años y 51ª del mundo tenía una buena oportunidad de estrenarse en el torneo con una victoria ante una rival de inferior ranking, Claire Liu (22 y 75ª), a la que, además, había ganado hace unos meses en el WTA 250 de Melbourne. Pero la estadounidense escapó de una situación complicada en el primer set y ganó por 7-5 y 6-3 en 74 minutos. Se enfrentará el jueves en segunda ronda, altura que alcanza por tercera vez en el torneo, a la francesa Cornet, que eliminó a la kazaja Putintseva (6-3 y 7-6 (5).
Párrizas sacó para ganar el primer set con 5-4, pero dejó escapar la ocasión y, a partir de ahí, el partido se le puso cuesta arriba ante una jugadora con buen saque (7 aces y un 85% de puntos ganados con primeros servicios), que colocó 26 golpes ganadores, por solo ocho de la española, que jugó sin agresividad y dejó escapar la victoria sin oponer demasiada resistencia.