Lulu Sun: de un pueblo “con más ovejas y ciervos que personas”, a los cuartos de Wimbledon

“Nací en el sur de Nueva Zelanda. En un pueblo muy pequeño (Te Nau, con poco más de 3.000 habitantes), en el que, prácticamente, hay más ovejas y ciervos que personas”, cuenta Lulu Sun, la gran revelación de esta edición de Wimbledon. Neozelandesa, de 23 años y 123º del mundo, ha pasado de jugar la previa del Grand Slam británico, a meterse en los cuartos de final tras apear el domingo a la gran esperanza local, Emma Raducanu, con quien tiene ciertas similitudes en cuanto a su etnicidad múltiple. De madre china, padre croata y padrastro germano-inglés, esta tenista de la que hasta ahora se sabía muy poco, habla tres idiomas (inglés, chino y francés) y ha crecido rodeada de una riqueza cultural acrecentada por el nomadismo de su familia y por su propia carrera.

“Pasé unos años allí (en Nueva Zelanda) con mi abuela y mi madre. Luego me mudé a Shanghái. Me quedé allí para el jardín de infancia, hasta que nos mudamos a Suiza”, contó Sun en rueda de prensa. “Mi mamá, obviamente, está muy interesada en la educación. Ella siempre nos decía que, sí, el deporte y lo que sea que sueñes es importante, pero también lo es obtener esa educación. En Suiza no pasé mucho tiempo, porque comencé a jugar más y más en júniors. Así que viajaba, básicamente. Desde entonces estoy viajando todo el tiempo”, explicó.

También pasó por la universidad en Estados Unidos. “En Texas, sí. Terminé mis estudios en 2022. Vino la COVID y tuve una lesión ese año. Mi mamá estaba muy preocupada. Ella me dijo: ‘No sé cuándo vas a hacer tus exámenes, tienes que concentrarte un poco en tus estudios antes de ir al 100% en el tenis’. Supongo que fue una especie de suerte, por así decirlo, porque pude estudiar y terminar, lo cual es muy bueno, porque ahora puedo dedicarme al 100% al tenis”.

Lulu dice que su carácter lo han forjado los orígenes de su familia. “Tengo algo de China, de mi madre, que es muy disciplinada, trabajadora. Mi padre, croata, es de playa, muy relajado y tranquilo. Supongo que es una buena combinación. Y luego el lado suizo es, como, neutral, sí. De Nueva Zelanda saco ese lado aventurero mío. Así que estoy muy feliz de poder tener tantas culturas y orígenes conmigo, aunque a veces no esté al 100% en cada uno. Es imposible”, comenta.

Con el corazón partido

Sun decidió representar a Nueva Zelanda en el circuito porque su familia sigue allí, aunque crecí en Suiza, que es un país también muy querido para mí. No fue una decisión fácil, porque nunca lo es cuando tienes que elegir entre dos cosas. Estoy agradecida por todo lo que el tenis suizo ha hecho en mi carrera júnior. Al mismo tiempo, también estoy agradecida con Tennis New Zealand por su apoyo y todo lo que han hecho hasta ahora”. Lulu cree que lo ha hecho en Wimbledon puede servir de “inspiración” en la nación oceánica”. “Los jugadores De allí tendrán algo que admirar, no solo por mí, sino por el país en su conjunto, para poder mirar más lejos”.

Este martes (14:00, Movistar+), Sun intentará dar un paso más en su brillante campeonato, que empezó con sorpresa, porque en primera ronda eliminó a la cabeza de serie número ocho, la china, como su madre, Qinwen Zheng. Ahora le espera Donna Vekic, otra casualidad, porque es croata, como su padre. Este mismo año debutó en Grand Slams. Lo hizo en el Open de Australia, con derrota en la primera ronda. Este es su segundo major y aspira, por qué no, a emular el hito de Raducanu en el US Open 2021, proclamarse campeona de uno de los cuatro grandes como qualifier. “No me parece tan sorprendente haber llegado hasta aquí, aunque tampoco me esperaba estar en los cuartos, la verdad, pero el nivel no es tan diferente”, dice, con naturalidad, antes de detallar los pasos que le han llevado a mejorar tanto (virtualmente ya es la 53ª del mundo, ha subido 70 puestos). “En la pretemporada estuve trabajando muy duro con mi equipo y desde 2022 pude concentrarme al 100% en mi tenis. Desafortunadamente, me lesioné durante el verano, así que eso me detuvo un poco. Pero este año he jugado más torneos WTA (su balance es escaso, 8-6). Creo que realmente gané experiencia. Creo que, con cada torneo, he progresado en ver mejor el juego. También he trabajado más físicamente”.

Entre sus virtudes está el saque. Es la cuarta con más aces en el torneo (21) y ha salvado 32 de los 41 puntos de break que ha tenido en contra. Gana el 82% de sus servicios. Acumula 162 golpes ganadores, 75 de derechas y se lleva el 81% de los puntos que juega en la red.

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