Jabeur juega la final de Wimbledon contra Vondrousova por África
La tunecina de 28 años y sexta del mundo puede ser la primera campeona norteafricana de Grand Slam si vence a la inesperada checa de 24 y 42º.
Ons Jabeur sentirá el apoyo y el peso de todo un continente este sábado (15:00, Movistar+) en la final femenina de Wimbledon. La tunecina de 28 años y sexta del mundo puede convertirse en la primera campeona norteafricana, y también árabe, de Grand Slam. Si quiere pasar a la historia tendrá que ganar a Marketa Vondrousova (24 años y 42º), con quien tiene igualado el cara a cara (3-3), aunque la checa se llevó los dos últimos duelos este mismo año, en el Open de Australia y en Indian Wells.
“Quiero servir de inspiración a mucha gente, sobre todo en mi país y en la región de donde vengo. Hay pocos tenistas originarios del mundo árabe. Ni siquiera de África. Recuerdo haber jugado torneos en Senegal y en Nigeria, por ejemplo, y el hecho de llegar hasta donde estoy ahora es un mensaje muy poderoso”, dice Jabeur, que está ante su tercera oportunidad en una final de major, después de perder las de Wimbledon (contra Elena Rybakina) y el US Open (frente a Iga Swiatek) el curso pasado. Vondrousova también estuvo cerca del éxito en Roland Garros 2019, pero Ashleigh Barty la dejó sin premio. Las lesiones (muñeca izquierda y aductor) lastraron después su trayectoria. Es la primera finalista que no es cabeza de serie en el torneo desde Billie Jean King en 1963. La ganadora será la séptima campeona diferente en Wimbledon desde 2016.
“Voy por mi venganza. No gané contra ella este año. Tiene buenas manos, juega muy bien. Trataré de concentrarme mucho en mí misma. No estoy segura de cómo va a jugar su segunda final de Slam. Ambas tenemos hambre de ganar. Quien más lo merezca, ganará”, dijo Jabeur tras superar a Aryna Sabalenka en semifinales. Los aficionados de su país la llaman Ministra de la Felicidad. “Lo bueno de esas personas es que siempre me dicen, gane o pierda, ‘te amamos’. Siempre trato de recordar eso, aunque sé que todos quieren que gane. Son graciosos, porque algunos están enviando mensajes de texto a mi psicólogo, dándole consejos sobre cómo entrenarme”, revela Ons. Hasta ahora, los tenistas árabes no han logrado grandes éxitos, más allá de los pequeños triunfos de los marroquíes Hicham Arazi y Younes El Aynaoui, el egipcio Ismael El Shafei y el tunecino Malek Jaziri.
Cirugías y tatuajes
Ajena a esta misión casi religiosa de Jabeur está Vondrousova, que pelea por algo más personal: “Después de todo lo que he pasado, dos cirugías, no siempre es fácil volver. No sabes si podrás jugar a este nivel y volver a la cima, a estos torneos. Estoy agradecido de estar en una pista nuevamente, de jugar sin dolor”, explica Marketa, amante de los tatuajes (lleva muchos), que ha hecho una apuesta con su entrenador, Jan Mertl. “Si gano un Grand Slam, él va a hacerse uno, así que espero que lo haga”.