Ferrero: “Si agrandamos al gigante, es imposible ganarle”
Ferrero, entrenador del Alcaraz, charla con la prensa española en la víspera de la final contra Djokovic. Este ventoso sábado no entrenarán en pista.
En la víspera del partido más importante de la incipiente carrera de Carlos Alcaraz, el de este domingo (15:00, Movistar+) en la final de Wimbledon contra Novak Djokovic, el entrenador del murciano, Juan Carlos Ferrero (Ontinyent, 43 años), charla con la prensa española acreditada en el torneo británico en una de las salas pequeñas del nuevo Media Pavilion. Se le ve tranquilo y esperanzado, con la prudencia necesaria, pero con confianza plena en las posibilidades de su jugador. Una buena parte de la conversación se centra en el recuerdo de lo que sucedió en las semifinales de Roland Garros, cuando Alcaraz acabó acalambrado por la tensión y los nervios, y en qué se puede hacer para que eso no vuelva a pasar.
¿Qué van a intentar cambiar para que no ocurra lo de Roland Garros, aunque pueda ser algo inevitable?
Aprender un poco. Al final, cuando vas jugando más veces contra alguien, aprendes a manejar los tiempos. Creo que la situación es parecida. Tal vez un poco aquí el favoritismo lo tiene más Djokovic, con lo cual eso le favorece un poquito a Carlos a la hora de estar un pelín más tranquilo. Pero bueno, yo pienso que lo que hay que manejar bien es intentar que Carlos juegue tranquilo, fluido, como hizo ayer o durante todo el torneo, tal vez excepto un poco con Rune, que salió un poquito más tenso. Aun así, bueno, hay que plantear el partido desde la posible tensión y nerviosismo. Considero que no se sale a una final de Wimbledon superrelajado y tranquilo desde el principio y sobre todo también por las dificultades que nos va a crear el rival. Desde ahí, sabiendo ya qué va a pasar, hay que hablar, generar y construir un partido completísimo contra Djokovic, que ya sabemos de lo que es capaz.
¿Cómo se prepara un partido contra un tenista que todo el mundo lo conoce tan bien?
Fijándote más en ti, nos tenemos que fijar más en Carlos, en los problemas que le puede generar al otro, sabiendo las virtudes y las posibles debilidades que pueda tener Djokovic. Yo creo que dependerá mucho del nivel que juegue Carlos. El nivel que va a mostrar Djokovic yo pienso que ya lo sabemos, va a ser altísimo. Se sabe de memoria ya el jugar en este tipo de situaciones. Aquí ha ganado siete veces, con lo cual la experiencia la tiene. Y a partir de ahí, tácticamente generar un partido muy bueno. Los dos son muy buenos de fondo. Carlos va un poco más a la red, puede tener un poco más de dinamismo en ese sentido. Vamos a ver si lo sacamos un poco de ritmo de fondo y le generamos que no esté cómodo del todo.
Usted jugó tres veces con Nole (2-1 para el serbio), una vez aquí hace un montón de tiempo (en 2012 con triunfo de Djokovic por 6-3, 6-3 y 6-1). Asumiendo que Carlos es un jugador completamente distinto y el tiempo que ha pasado, ¿cree que esa experiencia todavía se la puede transmitir a él?
No, yo supongo que le transmito más sobre situaciones que le pueden pasar dentro de la pista. Obviamente de cómo jugarle también. Pero más de lo que puede sentir al entrar ahí en una final o en qué momentos puede sentir un poquito más de presión o qué hacer, por ejemplo, en el día de hoy para estar un poco más tranquilo. En todo eso sí que le puedo ayudar y considero que le ayudo. En todo lo demás, es un jugador muy formado que está viviendo experiencias muy rápidamente que le están haciendo crecer muchísimo. Y la de mañana será otro paso más para su crecimiento.
¿Y qué hará para estar más tranquilo?
Poco más o menos, lo que venimos haciendo. Yo pienso que tampoco hay que generar rutinas diferentes. Hoy va a ser un día tranquilo, un poquito de gimnasio, estar fresco de cara a mañana, intentar aislarse un poquito tal vez del teléfono, de todo lo que le llega y a partir de ahí jugar, jugar e intentar disfrutar, que creo que es lo que realmente hace bien cuando genera todo su tenis, tanto él como todos los demás, y luchar por el partido. A Muerte.
Djokovic suele decir que enfrentarse a Nadal en Roland Garros es el mayor de los retos que existen en el deporte. ¿Enfrentarse a Djokovic en Wimbledon es el mayor de los retos ahora?
Puede ser, pero considero que si agrandamos todavía más al gigante es imposible ganarle. Yo opino que vamos a ir a por todas, a por él, olvidándonos un poco de las estadísticas, porque, si no, así va a ser muy complicado. Es un jugador con dos brazos y dos piernas, igual que nosotros, tiene que generar otra vez un partido muy bueno para ganar a Carlos. Sabemos que lo puede hacer, pero nosotros vamos a intentar estar al 100% y generar un buen partido. Y olvidándonos un poco de la historia y de los números y de todo lo demás, porque, si no, si llevando toda esa mochila detrás es muy complicado.
Carlos decía ayer que no le veía de debilidades a Djokovic. Usted comentaba hace un momento que hay que aprovechar las pocas que tenga. ¿Cuáles pueden ser?
Eso queda entre nosotros. Yo creo que ya conocemos muy bien a Novak, para decirlo yo ahora, y que él esté todavía más fuerte mañana. Sabemos que es un jugador completísimo, lo ha demostrado muchísimas veces, tanto de derecha como de revés, como de saque. Y a nivel mental en este tipo de situaciones se crece mucho y por eso es el mejor de la historia. A partir de ahí, Carlos le ha ganado una vez, ya le pasó lo de París y tiene las dos experiencias, así que hay que intentar, de cara a la tercera, estar todavía mejor que las dos anteriores.
Viendo lo que ha hecho este año Carlos en Wimbledon y que nunca había jugado tantos partidos seguidos en hierba, el futuro suyo aquí puede ser histórico. ¿Usted lo ve así?
Me gusta mucho pensar en el ahora. Es como cuando me preguntan cuántos Grand Slams va a ganar. Posibilidades tiene de ganar muchos, pero suponer cuántos para mí es un error. Desde la primera vez que lo vi jugar aquí en hierba tenía la sensación de que podía jugar muy bien, que va a tener muchas posibilidades de llegar muy lejos en este torneo. Pero pensar más allá es ilusionarse mucho y muy pronto, me gusta ir un poquito más despacio.
Carlos comentó que, a lo mejor, lo que necesitaba desde la semifinal de París era hablar antes, hablar más. ¿Le cuesta expresar lo que está sintiendo?
Eso queda un poquito dentro del equipo. Cuando uno está muy tenso, muy nervioso, tampoco le gusta escenificarlo al 100%. Hay veces que cuesta un poco, pero él suele hablar con el equipo y si no lo habla, le pregunto. Se le nota cuando está un poquito más nervioso o cuando no, igual que a cualquier persona.
Tanto Carlos como usted han hablado del aprendizaje. ¿Ha notado algo diferente en este último un mes y cinco días?
No, yo con Carlos voy día a día. Creo que el jugar Queen’s fue un acierto de cara a coger esa confianza de venir aquí sintiéndose poderoso en esta superficie. Se le ha notado, ha ido cada vez a mejor, sintiéndose muy bien y con confianza. Otros años veníamos aquí y era un poco a ver qué pasa, porque sabes que hay muchos más rivales que te pueden hacer daño en esta superficie. Pero este año la sensación era que se sentía muy bien y que podía llegar lejos. Así ha sido. De cara a hablar, charlas y charlas para que se sintiera mejor, no ha habido demasiadas.
Ha dicho que sería bueno que se olvidase del móvil, que es una de las cosas que se va a intentar para rebajar esa presión. ¿Ha surgido por iniciativa suya o del equipo?
Es cosa nuestra. No sé si al final lo conseguiremos, porque es un poco una batalla perdida, pero yo le aconsejé ayer que intentara estar un pelín más aislado de todo lo que se dice del partido, que si este es muy bueno o que si él es muy bueno. Todo ese tipo de informaciones que se dan en el día de hoy, de cara a mañana. Todas las posibilidades que hay, que si gana el primer juego, no sé qué. Que si gana el primer set, no sé cuántos. Todas esas cosas creo que indirectamente nos acaban de ayudar.
¿El partido contra Medvedev ayudó a su seguridad para sentirse fuerte en la final?
Sí, las sensaciones que dejó ayer considero que son muy interesantes de cara a mañana. El rival es diferente y la situación también. No nos confiamos al 100% de que va a salir exactamente igual, porque al final en el día a día hay que generar todo. En París también teníamos esa sensación de que estaba jugando muy bien y al final se torció un poquito la cosa. Lo que hay que hacer es aprender bien de lo que pasó y a partir de ahí hacerlo mejor. No queda otra si quiere superar realmente lo que nos viene mañana.
Ha superado a jugadores de características muy distintas, sacadores muy altos, gente más de fondo. ¿Los rivales modifican en algo la manera de plantear los partidos?
Claro, por supuesto. Siempre se plantea de manera diferente… Sí, al final no es lo mismo jugar contra un sacador que te sube mucho la red o que se queda de fondo, o contra alguien como Medvedev, que no le gusta subir mucho y a la hora de defender estás un poquito más tranquilo. Con Jarry teníamos una sensación parecida, pero sabíamos que de revés nos iba a presionar mucho. Se van haciendo dibujos tácticos, pero siempre sabiendo lo que tu jugador hace bien para intentar hacer más daño al otro.
¿El hecho de no hacer entrenamiento en pista, como este sábado, es cuestión de descanso o de desconexión?
Un poquito más de desconexión. Para recuperar bien físicamente. Hoy también el día estaba muy ventoso, con lo cual salir ahí y tocarla medio regular en rachas de 40 km/h… Esto muchísimas veces lo hacemos por el hecho de refrescar un poquito cuando ya los torneos se hacen muy largos. Viene de casi un mes de gira de hierba y a veces estos días te hacen refrescar un poquito y resetear.
Muy posiblemente, el público va a estar con Carlos. A él le gusta y supongo que lo canaliza bien. ¿A usted también o le preocupa que eso le genere más presión o se crezca demasiado?
Pues hombre, lo prefiero. Y no creo que le afecte negativamente. Él se siente bien. Cuando la gente está a favor suyo, incluso se viene bastante arriba. En ese aspecto veremos a ver. En el partido en París también había mucha gente con Novak. También creíamos que íbamos a estar mucho más apoyados y al final no fue tanto así.
¿Es un partido de tenis o mental?
Las dos cosas. El tenis es mental y, obviamente, lo que hay que hacer es prepararlo bien mentalmente, pero a partir de ahí hay que jugar al tenis, claro.
Otros jugadores, como Sinner o Hurkacz, han tenido alguna puerta abierta con Novak que no han sabido aprovechar. Da la impresión de que si se le abre esa puerta a Carlos es de los que acierta y la rentabiliza…
Considero que Sinner estuvo un poco más cerca de lo que al final reflejó el marcador. Al final fueron tres sets. Lo que intentamos que haga Carlos es que cuando tiene las oportunidades las juegue valiente. Cuando juega agresivo y valiente suele conseguirlas. Eso es lo más difícil contra jugadores muy buenos, que te acabes atreviendo a hacer tu juego en los momentos más delicados. Carlos suele hacerlo bien. A veces cuando lo hace y falla decimos que se precipita y otras veces cuando mete el resto paralelo, como ayer en una bola de break, y gana el punto decimos que es una maravilla. Yo siempre intento que Carlos sea muy valiente y que no pierda su estilo en esos momentos. Por suerte la mayoría de las veces sale bien.