Ferrero: “Lo de Alcaraz es algo fuera de este mundo que hay que valorar”

Minutos antes del entrenamiento de este miércoles en las instalaciones del All England Club, aprovechando la tregua que le ha dado la lluvia a Wimbledon, Juan Carlos Ferrero atiende a los medios españoles dos días antes del partido de semifinales que su pupilo, Carlos Alcaraz, jugará contra Daniil Medvedev. En la terraza de medios, al lado de Media Theatre, el valenciano de 44 años charla con los periodistas en tono distendido. “Venga, que entrenamos en nada”. Antes de terminar el encuentro, salta la noticia de la renuncia de Alex de Miñaur y el consiguiente pase a las semifinales de Djokovic, que se ejercitó justo al lado de la pista en la que lo hacía al mismo tiempo el murciano.

¿Las sensaciones son como las del año pasado?

La prensa lo ve mucho más fácil que nosotros. Nosotros vemos mucho más los peligros. Creo que las sensaciones están siendo muy buenas. Obviamente, pienso que ha ido de menos a más en el torneo, con jugadores complicados. Aquí, un Tiafoe un Paul… son jugadores peligrosos que les gusta jugar rápido. El último día ya se vio que tuvimos que cambiar un poquito la táctica y jugar más despacio, porque a Paul, cuanto más rápido le jugabas, más rápido te la devuelve. Las sensaciones son buenas, sobre todo por ver que es capaz de solucionar los problemas que está teniendo. Ahora estamos muy enfocados ya de cara al partido contra Medvedev.

¿E intentar no pensar en el título?

Creo que es algo que todavía queda muy lejos, con tres rivales posibles muy difíciles, y bueno, vamos a ver qué tal.

¿Qué le decís para que Carlos no piense en eso?

Que piense en el siguiente partido. Creo que eso es ya automático. Los jugadores no podemos pensar mucho más allá. Sería un error por su parte. Por la de todos. Medvedev es un jugador que se ha ganado el respeto de todos. Ganó a Sinner, que siempre aquí decimos que es un jugador casi imbatible en hierba, por el tipo de juego que tiene, y le sacó el partido. Carlos sí que es verdad que juega muy diferente a Jannik en cuanto al estilo, que creo que le puede hacer un poquito más de daño a Medvedev. Pero estamos concentrados al máximo y con las máximas precauciones.

Tal y como fue la semifinal del año pasado, igual Daniil salta a la pista con un juego en contra…

También luego nos ganó en las semifinales del US Open, eso dice mucho de él. Creo que las derrotas no le afectan, sino que le sirven para intentar mejorar. Seguro que va a intentar algo diferente a lo del año pasado. Obviamente, los partidos previos a este influyen, porque vas conociendo las fortalezas y las debilidades de los rivales. Sabemos cómo hay que intentar jugarle a Medvedev, pero todos los partidos son diferentes como para pensar que va a ser igual que el del año pasado.

¿Cómo gestiona con Carlos la motivación?

La motivación ya la trae consigo el jugar en un Grand Slam. Él, ahora mismo, este tipo de torneos son los que más le motivan, los que más quiere ganar, los que más ganas tiene de jugar. Está claro que al estar tanto tiempo fuera de casa, siempre esa monotonía es la que hay que intentar saber llevar y saber motivarle. Creo que la frescura en Carlos es algo muy importante por el tipo de físico que tiene, que es muy explosivo. Y el equipo intenta mezclar sesiones de trabajo con otras de descanso para que esté lo mejor posible.

¿Ya tienen diseñado el plan para estos días?

Hoy (por ayer) entrenamos, igual jugamos un poquito de golf, que le relaja, y mañana muy probablemente descanse.

¿Cómo va lo de que no mire tanto el móvil?

Bueno, eso me lo guardo. Paso palabra.

¿Están sirviendo de distracción positiva los partidos de España en la Eurocopa?

Sí, por supuesto. Creo que es un aliciente. Y más que vayan ganando. Estábamos todos juntos en casa, con su familia también, celebrando la victoria contra Francia y disfrutando con el equipo español.

¿Cómo está viendo a Djokovic en el torneo?

Nosotros estamos enfocados en lo nuestro, pero, obviamente, siempre con el rabillo del ojo viendo la otra parte a ver quién se va metiendo y sobre todo también cómo están jugando. Y bueno, yo lo veo bien, le he visto moverse bastante bien. Está jugando como siempre, bien. Aquí creo que le pega a la pelota fantástico, sobre todo si es indoor. No se le mueve nada y las toca todas centradas, así que bueno, vamos a ver.

De este momento, desde fuera por lo menos, no parece que Carlos haya llegado a su 100% en el torneo. Y, aun así, gana como gana. Vosotros, ¿eso es positivo?

Al 100% sí que está llegando en muchas partes de los partidos. Obviamente, con esas pequeñas desconexiones que a veces tiene, baja al 60 o al 70. Pero, contra Paul, desde el 2-0 del segundo set, creo que dio un recital de tenis de tocar la pelota bien y ser táctico. Y bueno, al final no solo hay que ver el 100% tenístico, también el 100% mental en los momentos más complicados, como puede ser el 0-30 con 4-4 en el cuarto contra Tiafoe. O sea, creo que en ese aspecto sí que intenta dar el 100%. Y a nivel tenístico, tengo claro que ha ido de menos a más y ahora se encuentra tocando la pelota muy bien.

En este sentido, con solo 21 años, ¿qué valor tiene el hecho de que esté aprendiendo o haya aprendido ya a sacar los partidos sin jugar del todo bien?

Bueno, esto es algo automático en los partidos. Creo que hay que aprender mucho de los partidos, sobre todo los que se van perdiendo. Porque te hieren un poquito más y tienes que prestar un poquito más de atención. Con los que se ganan no hay que olvidarse tampoco de las cosas que uno ha hecho mal o que realmente tiene que mejorar. Eso siempre se lo voy recordando. Y, en este sentido, a pesar de que tiene 21 años, él escucha, intenta aprender y cuando sale de la pista, me comenta las sensaciones que ha tenido, el porqué, cuándo y cómo. Y lo que hay que hacer intentar mejorar de cara al siguiente partido esos pequeños detalles que se le van escapando todavía.

¿Cómo se puede entrenar de forma efectiva para que se minimicen las desconexiones en la pista?

En los partidos y también fuera de pista, la mente se entrena. Hay que pensar en las cosas que a uno le van bien. En las soluciones, escuchar un poco al equipo y a partir de ahí intentar realmente hacer esos pequeños cambios para que las cosas salgan mejor.

¿Es más difícil entrenar tres, cuatro horas seguidas ahora en esta época con móviles, con redes sociales que en cuando usted jugaba?

Sin lugar a dudas. Yo creo que los chicos de hoy en día no se generan ningún vacío mental a lo largo del día. Están absolutamente todo el tiempo mirando la pantalla y eso hace que no piensan prácticamente en nada en todo el día. Eso es complicado de llevar. Es duro de decirlo, pero yo es lo que veo en los júniors, pero también en los que son más mayores. Está todo el mundo con el teléfono hoy en día y bueno, ojalá eso no vaya a más, porque si no al final pareceremos zombis.

Ahora parece que todos los partidos o casi todos dependen de Carlos. ¿Cuántos jugadores cree que hay en el circuito que puedan hacer que eso no sea así?

Pues ahí hay unos cuantos. Los que están arriba del todo siempre tienen posibilidades, pero, obviamente, si él está al 100%, hay tres o cuatro. No muchos más.

Alcaraz ha llegado ya a seis semifinales de Grand Slam con 21, ¿le convierte eso ya en un fuera de serie?

Son datos muy importantes, pero que hay que ir al día a día. Esto no es automático. Luego tendremos que ir al US Open y otra vez volver a generar todo para intentar llegar de nuevo a este tipo de rondas. Lo más relevante es que él tiene un nivel natural muy, muy alto. Y realmente en partidos a cinco sets, la gente tiene que jugar a un nivel muy alto y ser muy, muy buenos para ganarle si él está a un nivel normal. Eso da confianza en que va a conseguir buenos resultados. Pero aquí no hay nada automático. Podemos ver el gran ejemplo de Marc Márquez, lo que le pasó. Que venía ganando todo, tuvo una lesión y ahora lleva más de mil días sin ganar. Y está luchando por volver, un tío que es un fuera de serie absoluto. Quiero decir, que, problemas, puede haber, no hay que confiarse y seguir trabajando. Ya me lo dijo el otro día, ‘te he empatado, te tengo ahí'. Y le dije yo, ‘pásame, tú pásame’. Es increíble. La gente ya se ha acostumbrado a que él esté ahí arriba. E incluso se le da algo menos de valor a lo que está haciendo. Es algo fuera de este mundo y que hay que valorar y admirar, por supuesto.

¿Usted cree que él también se ha acostumbrado?

No, él con la edad que tiene intenta vivir el momento e intentar llegar a algo más lejos. Uno, con 21 años, no se puede acostumbrar.

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