Djokovic supera en dos días el bombardeo de Hurkacz
El serbio cede un set, pero sobrevive pese a los 33 aces del polaco en la reanudación del partido que fue aplazado el domingo. Jugará en cuartos contra Rublev.
“No recuerdo la última vez que me sentí tan miserable al resto. No ha sido un partido en el que haya disfrutado mucho, la verdad”, dijo Novak Djokovic después de ganar por 7-6 (6), 7-6 (6), 5-7 y 6-4 este lunes en los octavos de Wimbledon a Hubert Hurkacz, en un duelo que fue aplazado el domingo por el toque de queda del torneo, la norma de la hora que establece que no se puede jugar más allá de las 23:00, hora local, medianoche en España. El serbio sobrevivió al bombardeo al que le sometió el polaco, que colocó 33 saques directos y jugará este martes, contra Andrey Rublev, por 14ª vez los cuartos de final, igualando en el segundo puesto histórico a Jimmy Connors, por detrás de Roger Federer (18). Nadie le hacía tantos al de Belgrado desde Sam Querrey (31) en 2016, también el Grand Slam británico. Aquella vez, el estadounidense le apeó en tercera ronda.
En esta ocasión, Djokovic se las arregló para salir adelante, a pesar del poderoso servicio de Hurkacz y de que la reanudación del partido en la Central se adelantó por la retirada de Haddad Maia en el encuentro anterior contra la kazaja Rybakina. La brasileña se hizo daño en la cadera y tuvo que abandonar cuando perdía por 4-1 en la primera manga. A Nole, la noticia le pilló jugando al parchís en la zona de recreo para tenistas con tres miembros de su equipo. Tuvo que dejar de sopetón la partida y prepararse para competir. Quizá por eso se le escapó el tercer parcial, con el único break que logró Hubert. Con cara de pocos amigos, lo pagó con su gente, que no se lo tiene en cuenta, a grito pelado. Ya están acostumbrados y siempre se disculpa con ellos.
Después se repuso y por fin quebró a Hurkacz, que había tenido el domingo claras ocasiones de ganar los dos primeros sets, con ventajas de 6-3 en el primer desempate y 5-4 con dos saques en el segundo. No supo cerrarlos y eso le condenó. Además, su oponente, primero que gana 14 tie-breaks seguidos en majors en la Era Open (desde 1968), se maneja como pez en el agua en el césped del All England Club. “Siento que tengo una gran conexión con esta pista. Estoy cada vez más cómodo y con más posibilidades de ganar aquí”, señaló en la entrevista posterior a su partido 100 en Wimbledon (90-10), en un estadio donde lleva 3.655 días sin perder y acumula 43 victorias consecutivas. En el torneo no cae desde hace 2.189 y su racha es de 32 triunfos desde la primera ronda de 2018. Solo Federer (119) y Connors (102) llegaron al centenar de encuentros en este evento.
Luz verde
Pese a ese pequeño desliz del cuarto set, Djokovic (36 años) está feliz en Wimbledon. Ve que su tenis sobre hierba es difícilmente superable. Tras la eliminación de Andy Murray y sin Rafa Nadal, que jugó de maravilla en el torneo los últimos años, ya no quedan especialistas que puedan inquietarlo realmente por su lado del cuadro, aunque el nunca infravalora públicamente a sus rivales. El próximo, el martes, será Rublev, ruso de 25 años y 7º del mundo: “Es diferente a Hurkacz, muy poderoso y muy rápido. No quiero hablar mucho de táctica, me la guardo para mí, pero tendré que estar preparado. Es un top-10 desde hace mucho y busca su primera semifinal de un Grand Slam. Espero que no lo consiga”.