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TENIS | WIMBLEDON

Davidovich y Carballés pasan por fin a la segunda ronda

El malagueño y el granadino, que deberían haber jugado sus partidos el martes, ganaron este jueves a Fils y a Arnaldi, respectivamente. Caen Bouzas, Munar, Párrizas, Masarova y Bucsa.

Wimbledon
Alejandro Davidovich celebra un punto contra Arthur Fils en Wimbledon.
ADAM VAUGHANEFE

Nunca es tarde si la dicha es buena. Este refrán aplica a lo que les ocurrió a Alejandro Davidovich y a Roberto Carballés, que deberían haber disputado sus partidos de la primera ronda de Wimbledon y por los retrasos ocasionados por culpa de la lluvia los jugaron, en el caso del malagueño, o los completaron, en el del granadino, este jueves con sendas victorias.

Davidovich ni siquiera pudo comenzar su encuentro ante Arthur Fils el martes ni el miércoles, pero la espera mereció la pena, porque después de una gira previa de hierba que él mismo considera como “mala”, se impuso por 7-6 (3), 6-1 y 6-2 en 1h46. Seis quiebres lanzaron al español de 24 años y 34º del mundo ante el prometedor francés de 19 y 61º, campeón este año en Lyon, sobre pista dura. Le espera este viernes (14:00, Movistar+) en segunda ronda el neerlandés Botic van de Zandschulp, que pudo en un duro choque de cinco sets con el chino Zhizhen Zhang (2-6, 7-6 (3), 7-6 (6), 3-6 y 6-2 en 4h01).

“En Queens jugué muy mal, en Mallorca peor. Pero el tenis te da oportunidades cada semana y aquí la he aprovechado. Estoy bastante contento con el nivel que he dado, contra un gran jugador con el que me medí en Roland Garros”, dijo Alejandro, quien afirma que se adapta “muy bien a todas las superficies”. “Pero sí que es verdad que en el juego luce un pelín más. También si puedo voy más a la red. Ahora que estoy sacando mejor, intento acabar en dos o tres tiros. Con la hierba tengo una relación de amor y odio. Al final hay botes más raros, el juego es más raro en sí, pero sí que cuando lo entiendes te puedes adaptar bastante bien”.

Carballés, por su parte, había encarrilado su duelo contra Matteo Arnaldi (22 años y 80º) en la tercera jornada del torneo y lo culminó con facilidad en la cuarta. Necesita un set más para ganar y lo completó con brillantez para cerrar el marcador en un 6-7 (0), 6-3, 6-4 y 6-4 en 2h57 de tiempo real. La gran diferencia estuvo en los errores no forzados, Roberto cometió 20 y el italiano 54.

Tres días de espera del español de 30 años y 57º para verse este viernes (12:00) con un rival potente, el danés Holger Rune, posiblemente, en una buena pista. “Tiene su lado bueno, juego en pistas grandes, pero sí que es verdad que me están tocando huesos duros en segunda ronda, pero bueno, también hay que estar ahí. Así que nada, a intentar… creo que mañana, seguir mejorando en esta superficie y ya, a por todas”, analiza Carballés, que no esconde el respeto que le produce físicamente jugar sobre hierba. “Intentaré enredar por donde pueda, seguir sacando bien, que es muy importante, y sobre todo ir cogiendo confianza a la hora de desplazarme, que es lo que más me cuesta aquí. Voy con un poquito de miedo, no me noto como en tierra, que a final de cuentas voy con todo, freno, arranco, y aquí eso es lo que más me cuesta. Veo, por ejemplo, a Novak (Djokovic) moverse y alucino, porque es que va patinando, yo hay veces que intento patinar y se me queda el pie clavado, hay otras que quiero clavarlo y se me va...”.

Bouzas, “muy contenta” pese a la derrota

Jessica Bouzas, que se ganó una plaza en el cuadro principal con res victorias en la previa, no pudo pasar de la primera ronda. A la gallega de 20 años y 167ª le había tocado una rival difícil, la ucraniana Anhelina Kalinina (26 años y 26ª), que impuso su mayor veteranía para ganar por 6-4 y 6-3 en 1h27. El saque penalizó a la española, que perdió cinco veces su servicio y cree que podría haber “dado un poquito más”, aunque está “muy contenta” con su debut en un Grand Slam.

“Ha sido una experiencia muy bonita, sobre todo viniendo de la qualy. La verdad es que el partido ha sido bueno. Al final competía contra una jugadora muy buena, con mucho más bagaje que yo. Es un aprendizaje”, explicó Jessica, que cree que entrar en el cuadro “ya fue un premio”. “Te quedas satisfecha con eso y aprendo aquí mucho de las jugadoras que ya están en Top-100, que al final hay un nivelón, es un Grand Slam y eso es algo que te llevas”, matiza este nuevo valor del tenis femenino español, que ahora quiere “jugar un poco más de tierra antes de ir al US Open, algún WTA, quizás algún 60.000, algún ITF...”. También se va feliz por haber jugado por primera vez en hierba. “Nunca la había tocado, la verdad que me aventuré un poco a ver qué pasaba y me he encontrado muy cómoda, me parece que es como otra especie de tenis, es algo muy bonito, diferente y la verdad que me ha gustado mucho”.

Tampoco pudo avanzar Nuria Párrizas, que había perdido el miércoles el primer set por 6-2 contra la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich, antes de que el partido fuera aplazado por falta de luz, y cedió este jueves en el segundo por 6-1 en 1h13 de tiempo total. Sasnovich se las verá con una especialista en hierba, dos veces campeona del torneo, la checa Petra Kvitova. Jaume Munar no logró frenar a un tenista de mucha calidad, Lorenzo Musetti (14º favorito), que le pasó por encima en uno de los encuentros de segunda ronda, que terminó con un 6-4, 6-3 y 6-1 favor del italiano, próximo rival del polaco Hubert Hurkacz, que se deshizo del británico Choinski (6-4, 6-4 y 7-6 (3).

Más tarde, Rebeka Masarova (23 años y 66ª), que llegaba al major británico con problemas en la rodilla izquierda por un resbalón que sufrió en Bad Homburg, no tuvo un buen día ante la italiana Elisabetta Cocciaretto (22 y 43ª), que le pasó por encima en 70 minutos (6-3 y 6-1). La española no pudo salvar ninguno de los cinco puntos de break que tuvo su rival y su producción ofensiva fue escasa (ocho winners). La transalpina se enfrentará en la tercera ronda a la estadounidense Jessica Pegula (4ª favorita), que acabó con las ilusiones de la cántabra una Cristina Bucsa que se rebeló en el segundo set cuando su rival tenía el partido en el bolsillo y le puso pimienta a los últimos juegos con una actitud positiva. Aun así, no pudo evitar la derrota por 6-1 y 6-4 en 63 minutos.