Alcaraz entra con fuerza para pelear en Wimbledon
El español pasa por encima de Chardy en los dos primeros sets, con solo tres errores no forzados, y remonta en el tercero. Le espera otro francés: Muller o Rinderknech.
A cubierto de la lluvia, bajo el techo retráctil de la Pista 1, repleta de público, Carlos Alcaraz inició este martes su tercera participación en Wimbledon, primera como número uno del mundo y principal cabeza de serie del torneo. Lo hizo con una demostración de fuerza, de más a menos, ante Jeremy Chardy, francés de 36 años y 542º (juega con ranking protegido por una lesión de rodilla), a quien sometió en dos primeros sets maravillosos en los que cometió solo tres errores no forzados, para un total de 14. En el tercero, remontó tras un pequeño bajón para cerrar el marcador con un 6-0, 6-2 y 7-5 en 1h53. El jueves le espera en la segunda ronda otro tenista galo: Alexandre Muller o Arthur Rinderknech.
“Jugué muy bien al principio del encuentro y él, en el tercero, subió su nivel. Tuve problemas, pero me gusta jugar puntos largos, que haya más batallas. Estoy muy feliz de haber pasado esta primera ronda”, dijo Carlitos. “Creo que jugar con sol es mejor para mí, como para todo el mundo, pero tengo que estar centrado y no pensar en ello. Mostrar mi mejor nivel, pase lo que pase. El sonido de la pelota con el techo cubierto es muy bonito”, añadió. “Es precioso jugar en este torneo, y me alegra tener a tanta gente apoyándome, no solo en España, sino por todo el mundo. Soy un tío con suerte por poder vivir estas experiencias, por encontrarme cariño por todo el mundo. Y también me encanta ver a gente española que viene a verme”, concluyó en la entrevista postpartido.
Fue un duelo entre el presente de un dominador del circuito, de 20 años, y el ocaso de un jornalero, 16 mayor que él, que no volverá a jugar un partido profesional, porque decidió que este fuera el momento de su retirada. Residente en Londres, pudo despedirse al menos con dignidad en esa última manga en la que plantó cara, después de que, probablemente, los nervios le traicionaran en un inicio del partido en el que cometió siete dobles faltas y se vio completamente sobrepasado por un Alcaraz letal de fondo. El español dirigió el encuentro a partir de buenos saques y potencia y profundidad en el golpeo. Optó poco por subir a la red (nueve) y se movió bien sobre la hierba británica, sin acusar, aparentemente, los problemas que tuvo en el muslo derecho durante la final de Queen’s y de los que se protege con un vendaje preventivo.
Siguiendo el plan
Parece que el plan progresivo de preparación trazado con su equipo le ha servido a Charly para llegar listo y en condiciones al momento de la competición. Lo importante para él, sobrado de tenis, es preservar su físico, acumular horas de calidad en pista, pero no demasiadas, e ir elevando poco a poco su nivel, como hacen los grandes. El día, para él, fue adornado por algunos números redondos: 130 victorias ATP, 30 en Grand Slam, cinco en Wimbledon y 10 en hierba. Este año lleva 41, a la altura ya del que era líder en solitario, Daniil Medvedev. Las señales muy positivas.