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TENIS | US OPEN

Thiem: el adiós de una estrella que pudo ser más

El austriaco, campeón del US Open en 2020 y ex número tres del mundo, se despide de los Grand Slams con una derrota en tres sets ante Shelton. Schwartzman también cierra su historial.

Nueva York
Dominic Thiem firma autógrafos tras su último partido de Grand Slam en el US Open.
AL BELLOAFP

Después de 14 años de carrera profesional en la que cosechó 17 títulos y fue número tres del mundo, Dominic Thiem se despidió este lunes de los Grand Slams (75-35) con un sabor agridulce por la impotencia con la que lleva compitiendo las últimas tres temporadas. Primero sufrió lo que podría llamarse una depresión y después, una lesión en la muñeca derecha, durante el ATP 250 de Mallorca en 2021, truncó una trayectoria que había despegado definitivamente meses antes, cuando fue campeón del US Open, su último éxito. Antes, había sido dos veces finalista en Roland Garros (2018 y 2019, contra Nadal), una en el Open de Australia (2020, ante Djokovic) y otra en las ATP Finals (2020, frente a Medvedev).

Thiem, que se retirará al final de este curso con 30 años, cerró en Nueva York su participación en majors con una derrota por 6-4, 6-2 y 6-2 ante el estadounidense Ben Shelton. El torneo tuvo la deferencia de invitarle y dejar que se despidiera en la Arthur Ashe. Y le regaló un cuadro con imágenes de su paso por Flushing Meadows. “Primero, gracias por todo el apoyo durante todos estos años. Han sido 10 años desde que jugué aquí por primera vez. Es un momento importante para mí porque aquí en esta pista he tenido el éxito más grande de mi carrera. Fue en un raro 2020, en circunstancias extrañas, desafortunadamente tuve este éxito sin ninguno de vosotros. Fue un momento increíble, por un lado, pero también muy triste. Estoy superfeliz por haber tenido la oportunidad de haber jugado mi último US Open, mi último partido aquí, en esta pista. Ahora puedo pasar tiempo con todos vosotros. Quiero daros las gracias a todos, es un momento especial y estoy agradecido por todos los que habéis venido a verme jugar una última vez”, dijo en la cancha una estrella que podría haber sido mucho más grande en el mundo del tenis.

Thiem colgará la raqueta en octubre y lo hará en su país, en el ATP 500 de Viena. Antes jugará el UTS de Fráncfort, una exhibición. “Tengo la impresión de que una vez que volví a estar en un estado mental muy bueno, ocurrió la lesión. Luego, la sensación, especialmente con la derecha, nunca volvió. Por supuesto, debido a eso, también estaba luchando mucho mentalmente, porque era muy difícil de aceptar”, explicó en rueda de prensa. Dom, como le apodan, había fue capaz en su pico de forma de ganar seis veces a Nadal y cinco a Djokovic y a Federer. También batió en ocho ocasiones a Zverev y en cinco a Tsitsipas.

En su debe, no haber ganado Masters 1.000 más allá del que conquistó en Indian Wells en 2019, pero le tocó bailar con la más fea, con el Big Three aún muy dominador. “Tuve partidos realmente legendarios contra los mejores jugadores de nuestra época, tal vez los mejores jugadores de la historia. Cada uno de ellos es realmente único. Siempre tengo la sensación de que depende del día, depende de la superficie quién es realmente el más difícil de jugar. Tuve partidos contra ellos en los que iba ganando, pero también tuve partidos en los que no tuve ninguna posibilidad y en los que me hicieron parecer casi un principiante”, aseveró sobre sus grandes oponentes. “Son recuerdos increíbles, pero en ese entonces, era muy importante para mí saber que cuando entro a la cancha contra Novak o contra los otros mejores jugadores, era capaz de ganar y no solo una maravilla de un día, sino muchas veces”, añadió Thiem, que argumenta que si se retira “tan joven” es “por la mala suerte con la lesión de muñeca”. “Sin embargo, de nuevo, estoy muy contento con la carrera que tuve. Nunca esperé que fuera a tener tanto éxito, así que realmente no me arrepiento de nada, y estoy bien con eso”, finalizó.

Schwartzman también dice adiós

Con menos focos apuntándole y en una pista un poco más pequeña que la descomunal Arthur Ashe, la Grandstand, Diego Schwartzman jugó también su último partido en majors. El argentino de 32 años, que pondrá fin a su carrera al final de este año, perdió por 6-7 (2), 6-2, 6-2 y 6-1 ante un rival más veterano que él, Gael Monfils (37 años), que se resiste a abandonar.

El Peque, ganador de cuatro títulos y número ocho del mundo en 2020, dice adiós los Slams con un balance de 59-38 y las semifinales de Roland Garros de 2020 como mejor resultado. Esa temporada ganó en el Masters 1.000 de Roma a Rafa Nadal. Fue una de sus 13 victorias contra top-10 (también pudo una vez con Thiem).

“Fue genial. Muchos años, el tiempo pasa muy, muy rápido. Estoy muy contento de cómo me fue aquí y también de cómo me trata el público, ya sabes, todos estos años. Al final fue un final con el que siempre soñé, en una gran cancha contra un gran oponente como Gael. Disfrutando de unos momentos del partido. No en todos los momentos porque al final estaba luchando. Creo que fue genial este viaje aquí en el US Open, fue genial cada momento y realmente lo disfruté”, resumió Diego.

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