Nadal se inventa un saque de supervivencia
Nadal varía la mecánica para preservar el abdomen. Este jueves se enfrenta al italiano Fognini tras ganar al australiano Hijikata.
El saque es la gran preocupación de Rafa Nadal desde que sufrió una lesión abdominal que le impidió jugar contra Nick Kyrgios en las semifinales de la pasada edición de Wimbledon. Por eso, el balear, un tenista en constante evolución pese a sus 36 años, ha decidido variar ligeramente la mecánica de su servicio para evitar que reaparezca esa dolencia en una zona delicada en la que hace poco ha tenido una brecha. Así fue capaz de vencer en la primera ronda del US Open al desconocido invitado australiano Rinky Hijikata, que causó muy buena impresión al conseguir algo que nadie antes había logrado en el torneo, ganarle al balear el primer set en su estreno: 4-6, 6-2, 6-3 y 6-3 en 3 h:08.
Nadal, que celebró con rabia una victoria que no daba por sentada, se enfrenta este jueves (sobre las 02:45, Eurosport) a un viejo conocido que suele incordiarlo bastante y que le ganó en el mismo escenario en 2015, el italiano Fabio Fognini. “Ha sido un largo camino, y durante un tiempo no sabía si podría volver”, señaló. “No he jugado mucho en los últimos 15 días. Se trata de ser humilde y aceptar el proceso. Es el momento de sobrevivir, con la actitud adecuada”, añadió.
Rafa venía de perder a las primeras de cambio en el Masters 1.000 de Cincinnati contra Borna Coric, el croata que a la postre fue campeón. En aquel partido ya se vislumbró un cambio en el movimiento del saque del español, que confirmó y explicó después de su debut en Nueva York: “Es evidente que no cambia mi forma de entenderlo, pero sí que lo he variado un pelín. Me tiro la bola un poquito más baja para intentar evitar un gesto mucho más agresivo en el abdominal”. El manacorí justifica esta medida: “Uno tiene que ir sobreviviendo con lo que hay cada día. En ese sentido, tengo experiencia e intento hacer las cosas que me ayuden a darme opciones reales, porque el torneo no se va a ganar hoy, pero sí que se puede perder”. Con esa precaución, Nadal añade que debe ser “inteligente”. “Si después pasa algo, pues ocurre. Pero tengo que ir paso a paso y cada día que gano aquí, es un día también de tranquilidad y de saber que las cosas están yendo por el buen camino”.
El ganador de 22 Grand Slams seguirá “con pies de plomo” al ejecutar el servicio. “La cicatriz que tengo tiene que flexibilizar, y cuando no es flexible del todo, en un sitio que recibe mucho impacto, siempre hay un riesgo. Y como todos lo tenemos claro, hacemos las cosas necesarias para minimizarlo, aunque no te permita jugar al 100%, pero sí que te sirva para tener posibilidades”.
Antecedente
No es la primera vez que Nadal decide cambiar su saque. En 2019 lo hizo por motivos técnicos justo antes del Open de Australia, durante la pretemporada. “Buscamos que haga más daño y que la bola le vaya un poco más rápida”, contó su entrenador, Carlos Moyá a la web de la ATP. . Rafa empezó “a ejecutar el swing llevando la mano más rato por abajo, en lugar de levantarla lateralmente”. En el momento de lanzar la pelota al aire” no hacía “tanta flexión, con el cuerpo bien erguido” y entraba “bien con la pierna derecha dentro de la pista tras caer”, explicó Francis Roig, otro de sus preparadores. El segundo saque mejoró bastante y le permitió continuar los puntos con el drive sin sentirse agobiado por la presión del rival.
Ahora, golpea la pelota un poco antes para no castigar la zona abdominal. Contra Hijikata le funcionó bastante bien: nueve aces, 77% de puntos ganados con primeros y 65% con segundos, solo dos dobles faltas y medias de velocidad de hasta 184 km/h. Supervivencia.