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TENIS | US OPEN

De Carlitos a ‘Toro Alcaraz’

Alberto Lledó, su preparador físico en la Academia JC Ferrero Equelite, explica en AS el proceso de fortalecimiento del murciano de 19 años.

Nueva York
De Carlitos a ‘Toro Alcaraz’
JULIAN FINNEYAFP

Carlos Alcaraz juega contra Frances Tiafoe en las semifinales del US Open. El duelo se prevé intenso, entre dos jugadores con una constitución física impresionante, que eran bastante más livianos en los albores de su carrera. Detrás de la transformación del murciano de 19 años, capaz de resistir con un rendimiento óptimo partidos como el que ganó en cuartos ante Jannik Sinner en 5h15 hasta muy pasada la medianoche (02:50), hay un trabajo concienzudo de fortalecimiento que arrancó primero con asesoramiento, a finales de 2018, cuando el chico tenía 15 años, y continuó en 2019 a tiempo completo. Alberto Lledó, actual preparador físico de Carlitos y fitness head coach de la Academia JC Ferrero Equelite, detalla ese proceso en AS.

“Juanjo (Moreno, el fisio) y yo hacemos muy buen equipo y nos dejamos guiar por la evidencia científica. Cuando vino Carlos, vimos que necesita un desarrollo físico importante. Estaba en un estado prepuberal, antes de madurar. Y lo pillamos en una etapa muy buena para meterle estímulos y la dosis de ejercicio correcta. Al cabo de casi cuatro años, ahí está ese desarrollo”, comenta Lledó, licenciado en Ciencias del Deporte, que no sigue un método concreto. “Cuando alguien me lo dice, huyo, porque te encasilla en una forma de trabajar, y un profesional tiene que ser capaz de usar diferentes herramientas y sistemas de trabajo según del momento del jugador, para adaptarse a su individualidad”, dice.

La predisposición de Alcaraz fue excelente desde el principio. “Vino muy motivado e hizo una pretemporada espectacular en 2019, en la que sufrió mucho. Luego jugó los Futures de Manacor, en la Rafa Nada Academy (a principios de 2020), y ganó los dos. Se vio que el trabajo de diez semanas había valido la pena. A partir de ahí, él creyó firmemente en el proyecto que Juan Carlos (Ferrero, su entrenador) y Albert Molina (su agente) le habían planteado.

El día a día de la preparación “depende del momento de la temporada”. “Carlos está casi siempre compitiendo y es muy difícil buscar periodos de carga. Intentamos plantearle casi todos los días trabajos condicionales, de estímulo. Incidimos en la velocidad de reacción, la movilidad, con ejercicios de saque más una, resto más una y giros de cadera. En pista dura hay que hacer hincapié en ellos, porque esos movimientos se dan con menos tiempo. Aunque lo fundamental es la fuerza, la cualidad física que posibilita todas las demás y ayuda a mejorar el rendimiento”.

Descompensación

Al ver jugar a Alcaraz, llama la atención la diferencia de volumen entre el brazo de juego, el derecho, y el izquierdo. Lledó explica que “las descompensaciones existen en todos los deportes de alto rendimiento”. “El 80% de los golpes del tenis se hacen con la mano dominante y eso se va a producir, pero gracias a la ciencia sabemos que hay unos rangos de riesgo, que si son grandes pueden producir una lesión. Hay que estar ojo avizor, pero sin obsesionarse para compensar”. Durante el torneo, el preparador no habla mucho con Ferrero y Alcaraz, “para no marearles”, pero sí lo hace a diario con el fisio, “para saber cómo está el chaval y cómo ha ido el tratamiento”. Ambos piensan “a corto, medio y largo plazo”, por eso disponen un plan “de mantenimiento y preventivo”. Y se marcan objetivos: “Siempre los hay, porque el jugador no está en su mejor forma toda la temporada. En tenis decimos que partido que se juega sin dolor, partido milagroso. Hay que adaptarse o morir”.