Alcaraz desborda a Harris para pasar a tercera ronda
El español se luce con la derecha para vencer al sudafricano en tres sets. Se enfrentará el sábado al británico Daniel Evans.
El ruido de fondo, terrible en el estadio Arthur Ashe, que es como uno de esos bares en los que la gente no para de hablar mientras un músico toca la guitarra y canta, no confunde a Carlos Alcaraz, que se ensimisma en la pista, concentrado y con un solo objetivo: ganar. Y lo consigue en tres sets (6-3, 6-1 y 7-6 (4) en 2h28), sometiendo a Lloyd Harris, un buen jugador ligeramente venido a menos por una lesión de muñeca, de las peores que puede tener un tenista, que le tuvo en el dique seco durante seis meses el año pasado. El sábado, en el mismo escenario y con el mismo murmullo incesante, el español se enfrentará en la tercera ronda del US Open al británico Daniel Evans, que se deshizo del neerlandés Botic van de Zandschulp (1-6, 6-1, 6-3 y 6-3). Será su tercer enfrentamiento en un cara a cara que domina Alcaraz por 2-0.
“Creo que he jugado un gran partido, de principio a fin. Si me tengo que quedar con algo, es con el nivel en el segundo set. He hecho mi juego, no he cometido muchos errores y he disfrutado de mí mismo en la pista”, dijo Carlos, contento con el hecho de ofrecer un buen espectáculo a los espectadores. “Siempre intento divertirme, a veces es complicado disfrutar en pista, pero casi todas las veces trato de disfrutar de mí mismo, tener una sonrisa y hacer bromas con mi equipo. Eso me hace sonreír y hace que saque mi mejor nivel. No importa si gane o pierda, incluso perdiendo puntos le choco la mano al oponente. En cada partido buscamos que la gente disfrute del tenis, y creo que lo hemos hecho muy bien hoy”.
Y así fue. Harris, sudafricano de 26 años y 177º del mundo, que juega con ranking protegido, le puso voluntad y favoreció el show, aunque de paso le diera ritmo a Charly, que no había podido jugar un partido completo en su estreno el pasado martes porque su adversario, el alemán Koepfer, abandonó por lesión en la segunda manga. El titán de brazos hercúleos, que se aprecian mejor con su camiseta sin mangas, ofreció un recital con la derecha, de potencia y colocación, desde cualquier posición, con tiros planos y en ocasiones con más revoluciones. Por eso su oponente le buscaba con ahínco el revés, pero él se invertía para pegarle con el martillo pilón del drive, sin piedad. Acertaba también con las dejadas. ¿Y los remates? Madre mía.
No obstante, el del Palmar tuvo que salvar puntos de quiebre en los tres sets y con uno de ellos no pudo en el tercero. La mayoría los jugó con miedo el bueno de Lloyd, que fue capaz de ganar a Rafa Nadal hace dos años en Washington, si bien es cierto que el balear estaba tocado.
Ambiente
En las gradas, la preferencia estaba clara, mayoría de partidarios del líder de la Armada. Colgada en uno de los asientos reservados para la prensa había una camiseta con la leyenda ‘¡Vamos, Carlitos!’ y un collage de fotos del número uno, obra de unos diseñadores de t-shirts. Con 4-2 a favor, a Harris, que manejaba bien las direcciones en esa fase del encuentro (si hubiera sacado mejor, otro gallo le habría cantado), le dio un pelín de vértigo, Alcaraz reaccionó enfurecido y no sin esfuerzo apañó la victoria en el desempate. De momento, avanza contento y sin hacer mucho ruido.