Sinner aplasta a Zverev y se pone a un triunfo del número uno

Si un jugador es capaz de endosarle un sonrojante 6-0 y 6-1 en 62 minutos al tercero del ranking mundial, lo lógico es que esa bestia ocupe el primer puesto de la clasificación. A un paso está de hacerlo Jannik Sinner, que le colocó ese abultado resultado a Alexander Zverev este sábado en las semifinales del Masters 1.000 de París para conseguir el pase a la final por primera vez en su vida en el torneo parisino. Cierto es que todo tiene un asterisco, y es que Zverev no fue Zverev, absolutamente fundido físicamente, pero ahí queda una paliza para el recuerdo del italiano, que si este domingo (15:00, M+) alza el título en La Défense Arena le arrebatará el número uno del ranking ATP a Carlos Alcaraz. Solo lo puede evitar Felix Auger-Aliassime, que antes se deshizo de Alexander Bublik en la otra semifinal (7-6 (3) y 6-4 en 1h36).

Poco se puede analizar de un partido en el que Sinner estuvo al nivel al que acostumbra, pero en el que Zverev fue una sombra de lo que suele ser. El alemán de 28 años llegó justísimo de energía a la semifinal, y es que el viernes superó a Daniil Medvedev en un agónico encuentro de dos horas y media que finalizó pasadas las 11 de la noche. Con muy poco tiempo para recuperar en uno de los dos únicos Masters 1.000 que siguen siendo de una semana, Sascha estuvo vendido ante un Sinner que también ha tenido alguna que otra duda física en París, pero que este sábado estuvo como un toro y, además, muy inspirado. Acabó Jannik el encuentro con 23 ganadores y 12 errores no forzados, mientras que Alexander, sin piernas, con saques que apenas tocaban los 200 kilómetros por hora y sin colmillo alguno, apenas logró seis winners y se equivocó en 20 ocasiones.

“Cuando se te cae el físico no puedes encontrar la potencia en el saque. Estoy muy feliz por llegar a la final, pero no quería hacerlo de esta forma. Jugar contra Sascha siempre es muy especial, y hoy claramente no estaba al cien por cien. Se ha visto que ha sufrido físicamente, ha tenido un calendario muy apretado en el último mes, ayer ganó un partido increíble en el que remontó dos bolas de partido. Es difícil, viene de hacer la final en Viena. Espero que se mejore y que esté listo para Turín. Por mi parte, estoy muy feliz de llegar a la final”, reconoció Sinner tras su triunfo, el 25º seguido en pistas indoor (igualando a Pete Sampras con la sexta mejor racha de la historia en estas condiciones), que le da acceso a la novena final de Masters 1.000 de su vida, la tercera de la temporada tras Roma y Cincinnati (en ambas cayó ante Carlos Alcaraz). Con París ya tachado, Indian Wells, Montecarlo y Madrid son los tres únicos torneos de la categoría de oro de la ATP en los que el pelirrojo no ha alcanzado el duelo por el título.

Ya está Sinner en la nuca de Alcaraz, y es que esta victoria sobre Zverev, la 13ª de su temporada sobre top-10 (empata con el español como los que más han cosechado), hace que virtualmente tenga 11.150 puntos, tan solo 100 menos que el actual número uno. Un triunfo el domingo sobre Auger-Aliassime, con el que el balance es de 2-2 hasta la fecha, pondría a Jannik con 11.500 puntos, de vuelta en lo más alto de la ATP. Tampoco eso haría que cundiesen las alarmas en el bando Alcaraz, y es que el murciano sigue dependiendo de sí mismo para acabar el año como número uno del mundo: si Sinner es campeón en París, Carlitos tendrá que ganar tres partidos en las Finals de Turín para recuperar el trono. Depende del murciano, pero Jannik está haciendo todo lo posible por meter presión.

Ya son nueve finales para el transalpino en lo que va de temporada, igualando el mejor registro de su vida (las mismas que sumó en 2024), y eso que en este 2025 estuvo tres meses apartado de la competición, castigado por su doble positivo en clostebol. Aspira este domingo a su quinto título del curso, el segundo en dos semanas tras el que logró el pasado domingo en Viena, donde precisamente superó la final a un Zverev al que ha batido en cuatro ocasiones seguidas, por lo que Jannik ya manda en el cara a cara por 5-4. El único escollo que le queda en La Défense Arena es un Felix Auger-Aliassime renacido, que en la final se juega también la clasificación a las Finals. “Felix está jugando un tenis increíble. Ha mejorado mucho en los últimos meses y se ha reencontrado con su tenis. Me apetece el partido de mañana, sobre todo en una final, es un gran momento para los dos y ojalá sea una gran final. Me alegro mucho por Felix, es uno de los mejores tipos del circuito. Intentaremos empujarnos al límite, será complicado, lo disfrutaré y después sé que tengo un par de días libres, eso ayuda”, opinó un Sinner que huele a número uno.

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