Una épica Sorribes se queda sin cuartos por muy poco

Sara Sorribes se quedó a un paso de entrar en la historia del tenis femenino español. Podría haberse convertido este lunes en la décima mujer de la Armada que alcanzase los cuartos de final de Roland Garros (ver tabla). Pero, pese a completar una actuación magnífica, una de las mejores de su carrera en un partido épico, el tercero femenino más largo de la historia del torneo (3h51) y ante la número 14 del mundo, la brasileña de 27 años Beatriz Haddad Maia, perdió por 6-7 (3), 6-3 y 7-5. Una pena porque lo tuvo bastante encarrilado. El miércoles, Haddad Maia, que nunca había tenido tanto éxito en un Grand Slam, se enfrentará a la tunecina Ons Jabeur, que también se estrenará en la antepenúltima ronda del torneo después de ajusticiar a la estadounidense Bernarda Pera (6-3 y 6-1 en 63 minutos).

Sorribes había ganado en los dos anteriores enfrentamientos (en 2019 y 2022) y ahora es su rival la que domina el cara a cara por 3-2. La variedad de su juego, tanto táctica como puramente tenística, con bolas altas, revés cortado y buenas defensas, le dio resultado en gran parte del encuentro, porque, además, se envalentonó y metió golpes ganadores (35), lo que le hizo casi infranqueable en buena parte del choque. Quizá esos seis meses de inactividad por su lesión en el pie derecho (de octubre de 2022 a abril de 2023), le pasaron factura en un enfrentamiento tan largo, aunque no tuvo que jugar el sábado en tercera ronda por la renuncia de la kazaja Elena Rybakina ni el domingo el choque completo de dobles junto a la checa Bouzkova, por la descalificación de sus rivales.

Con pequeños saltos para activarse en la Suzanne Lenglen delante de su rival, mientras el juez de silla les da a ambas las protocolarias instrucciones antes de su duelo, Sorribes (26 años y circunstancialmente 132ª del mundo) le demostró a Haddad Maia que estaba concentrada ante la gran oportunidad de llegar más lejos que nunca en un Gran Slam. No obstante, empezó mejor la tenista de São Paulo, con dos quiebres que la ponían el primer set en bandeja (5-2). Pero en ese momento se destensó, quiso asegurar los golpes y Sara le hizo un parcial de 12-1 en puntos para igualar el marcador (5-5). Luego vino una serie de dos breaks que llevaron el duelo a un desempate en el que la española estuvo brillante, muy lista.

Punto de inflexión

Ganada esa primera manga, Sorribes se encontró con un 3-0 de salida y cuatro bolas para el 4-0. Las desperdició y el signo del partido cambió. Haddad Maia se puso las pilas, confió un poco más en su pegada y logro desbordar por fin a Sara, que tuvo una oportunidad no aprovechada de detener la racha de su rival en el séptimo juego.

Así las cosas, no pudo evitar que le hiciera un rosco de parcial y podría haberse hundido antes semejante vuelco, más aún cuando su rival le hizo una nueva rotura en la salida del tercer set. No lo hizo, reaccionó y se mantuvo en el partido con bravura hasta que le acompañaron las fuerzas, tras salvar tres puntos de partido, el último en un intercambio maravilloso, e igualar con un break (5-5) antes de ceder. “Ha sido una semana y media increíble para mí. Realmente disfruté jugando aquí. Estoy muy feliz de volver a jugar este tipo de partidos”, analizó con muy buena actitud. Sale del cuadro individual (este martes juega en dobles a las 11:00) con la cabeza bien alta y dentro del Top-100 (82ª), lo que le garantiza entrar en el US Open sin recurrir al ranking protegido como hizo en Roland Garros y hará en Wimbledon.