“Si ella me odia, vale; no puedo hacer nada al respecto”
Aryna Sabalenka habla en su rueda de prensa previa a Roland Garros. Su debut contra la ucraniana Marta Kostyuk y el número uno, temas principales.
Después de ganar en Madrid y caer en Roma a las primeras de cambio, Aryna Sabalenka desembarca en Roland Garros. En París, la jugadora bielorrusa parte como segunda favorita al título, sólo por detrás de la polaca Iga Swiatek, a quien ganó en la final del WTA 1.000 español. Tiene opciones de llegar a la cima del ranking mundial. Su primer paso hacia ello, sin embargo, no será uno cualquiera, más por las implicaciones sociales y políticas que por las deportivas. En su debut, el domingo, Aryna se medirá con la jugadora ucraniana Marta Kostyuk, 28ª en el ranking y una de las voces que más se hacen escuchar dentro del circuito en relación a la guerra con Rusia. En el pasado US Open, por ejemplo, se negó a saludar a la bielorrusa Victoria Azarenka tras su partido. Una escena que se podría repetir.
“No sé si hubo alguna reacción por parte de ella. Pero sí, eso es verdad, si pudiera, la detendría (la guerra). Y sobre no darnos la mano, puedo entenderlo. Me imagino que si dan la mano a rusos y bielorrusos, luego les llegarán muchos mensajes desde su país. Entiendo por qué no lo hacen. Al mismo tiempo, creo que los deportes no deberían estar metidos en la política. Solo somos deportistas. Si se sienten bien sin dar la mano, me parece bien”, decía este viernes, en rueda de prensa, Sabalenka. “No quiero desperdiciar mi energía en este tipo de cosas. No es asunto mío. Así que si ella me odia, vale; no puedo hacer nada al respecto. Va a haber gente que me quiera y gente que me odie. Si ella me odia, yo no siento lo mismo”, añadía.
El número uno
Después de lograr su primer Grand Slam, en el Open de Australia, Sabalenka está más cerca que nunca de ser número uno del mundo. Si Swiatek, que defiende los 2.000 puntos de campeona, no llega a semifinales, la corona terminaría sobre la cabeza de la jugadora bielorrusa. Intenta no pensar en ello, aunque se siente preparada. “No me estoy enfocando en eso. Porque, cada vez que me enfoco en algo así, no juego a mi mejor nivel. Así que estoy tratando de concentrarme en mí misma, en mi juego, y luego veremos qué sucederá en un par de semanas”, decía. “Creo que sí, creo que sí. Creo que mejoré mucho y tengo todo para ser la número uno. Pero, de nuevo, no quiero centrarme en eso. Solo quiero concentrarme en mi juego y dar lo mejor de mí cada vez que estoy en la pista”, cerraba.