Sorribes gana en su regreso a París; Masarova y Bucsa se van
La castellonense vence en dos sets a la francesa Burel. Masarova no puede con Gauff y Bucsa sucumbe ante la número uno Swiatek.
En la pista 14, una de las más calientes de Roland Garros, y con el público apoyando a la francesa Calara Burel, Sara Sorribes volvió a jugar un partido en el Grand Slam de la tierra batida después de su ausencia el año pasado por lesión. La castellonense, no ganaba allí desde 2019 (a la belga Alison van Uytvanck en primera ronda) y se sacó la espina con un triunfo muy trabajado, por 7-6 (0) y 6-2 en 2h09, que la pone por segunda vez en la segunda ronda. “La clave era aguantarse, cuando venían bien dadas aguantar para no irse demasiado arriba, cuando fuera mal aguantar en la pista y cuando el público apretara también saber aguantar”, explicó Sorribes, que el jueves se enfrentará a la croata Petra Martic, que remontó para deshacerse de la estadounidense Shelby Rogers (3-6, 6-3 y 6-2).
Sara (26 años), que juega con ranking protegido al haber estado seis meses de baja por una lesión en el escafoides del pie derecho, desde el Emilia Romagna Open de Parma a finales de septiembre del año pasado. Su ausencia le hizo salir del top-100 (ahora es la 132º) y tener que jugar algún torneo ITF y 125 para intentar recuperar posiciones y coger de nuevo la forma. Reapareció en Bogotá a principios de abril y hace un par de semanas perdió en la final del W100 de Madrid contra la serbia Olga Danilovic. “Volver aquí a jugar un Grand Slam, después de tanto tiempo es muy bonito e ilusionante. Me rompí la costilla en Roma y el año pasado vine solo a borrarme”, dice Sara.
En París ha demostrado que su incómodo juego, con una variedad que se ve poco en el circuito, sigue siendo efectivo, aunque la pausa que tiene le cueste a veces recibir avisos por violación de tiempo. Su consistencia le dio un triunfo valioso, primero en un major desde que ganó en la primera ronda de Wimbledon a la estadounidense Christina McHale. Por ponerle un pero a Sorribes en el partido ante Burel (invitada de 22 años y 96ª del mundo), las nueve dobles faltas. En su haber, solo 19 errores no forzados. El final del encuentro fue un tanto estrambótico, porque la jugadora local se estrelló contra la red después de hacer un golpe ganador y al topar ella con la separación de la pista, no valió. “Ha sido una gran emoción, he tenido que controlarme, la cabeza me iba demasiado lejos, he tenido que ir controlándome, pero ha sido muy bonito”, apuntó la española.
Masarova sueña durante 39 minutos
Durante unos cuentos minutos, los 39 que duró el primer set, Rebeka Masarova soñó con abatir en Roland Garros a Coco Gauff, finalista el año pasado y sexta cabeza de serie en el presente. Pero la estadounidense de 20 años reaccionó con furia para obtener la victoria (3-6, 6-1 y 6-2 en 1h46) y meterse por cuarta vez en otras tantas participaciones en la segunda ronda del torneo. El jueves se enfrentará a la austriaca Julia Grabher, que pudo con la neerlandesa Arantxa Rus (6-2 y 6-3).
La española, que tiene un físico muy potente que quizá en ocasiones le pasa factura, debido a su envergadura (1,85), se desinfló tras un primer set magnífico en el que dominó por completo a una Gauff sorprendida, que debió acordarse de la derrota que le infligió en el Mutua Madrid Open otra jugadora de la Armada, Paula Badosa. Precisamente en la capital, Masarova compitió también de tú a tú contra Maria Sakkari, eliminada en París a las primeras de cambio, pero también acabo derrotada. Rebeka tiene condiciones para estar entre las mejores (saca a casi 200 km/h), pero necesita encadenar partidos de alto nivel para mejorar su resistencia. Está en el camino correcto, cada vez más arriba en el ranking. A sus 23 años, es, provisionalmente, la 68ª.
Busca planta cara a Swiatek en el primer set
En un caso parecido al de Masarova, aunque con algo menos de éxito, Cristina Bucsa compitió de tú a tú en el primer set contra la polaca y número uno del mundo, Iga Swiatek, antes de sucumbir por 6-4 y 6-0 en 73 minutos. La cántabra de 25 años y 70ª, cumplía su segunda participación en Roland Garros y, como el año pasado, se despidió en el estreno. Al menos fue capaz de contener a una rival que le había pasado por encima hace solo unos meses, en el Open de Australia (6-0 y 6-1).
Swiatek impuso su calidad y categoría con el paso de los minutos, sabedora de que no se puede permitir ninguna sorpresa si quiere mantener el liderato de la clasificación ante la amenaza de Aryna Sabalenka, para lo cual necesita llegar, como mínimo, a cuartos en París. Bucsa se queda en el puesto 73º, de momento, a la espera de lo que hagan otras jugadoras estas dos semanas. A Iga, que colocó 19 winners por los pírricos cinco de Cristina, le espera en segunda ronda el próximo jueves la estadounidense Claire Liu, que superó sin problemas a la suiza Ylena In-Albon (6-1 y 6-4).