Contra Tsitsipas empezó todo

‘Alcaraz la lía en Nueva York’, titulamos en AS hace tres años, cuando el español, que tenía entonces 18, eliminó al número 3, Stefanos Tsitsipas, en la tercera ronda del US Open 2021. Aquel partido, que se decidió en el desempate del quinto set después de que el griego hubiera ganado el cuarto 6-0, le enseñó al mundo quién era Carlitos. Fue su presentación internacional, la constatación de que estaba llamado a protagonizar grandes gestas. Hoy (no antes de las 20:15, Eurosport), el murciano, que ahora tiene 21 años, se enfrenta en Roland Garros por sexta vez a un Tsitsipas que no ha logrado vengarse hasta ahora de aquella derrota. El año pasado, mordió de nuevo el polvo en París, también en cuartos de final, la ronda en la que se encuentran ahora.

“Carlos ha dicho en el pasado que le gusta jugar contra mí. Así que espero que esta vez le guste un poco menos. Espero poder llevarlo a esa etapa en la que no se siente tan cómodo. Ese es mi objetivo al entrar al partido. Espero que haya oportunidades que pueda aprovechar”, dijo Tsitsipas el domingo tras vencer al italiano Matteo Arnaldi en octavos. El caso es que, hasta ahora, el ateniense no ha encontrado la manera de superar al prodigio de El Palmar, un jugador hecho, con dos títulos de Grand Slam y número uno del ranking no hace mucho. Así que la dificultad de vencerle cada vez es mayor.

Este lunes, ambos coincidieron en el centro de entrenamiento Jean Bouin, pista con pista. Y los dos pelotearon con sus respectivos hermanos, Ávaro y Petros, que juega con Stefanos en el cuadro de dobles del major francés. Más tarde, eliminaron a los vigentes campeones, el croata Dodig y el estadounidense Krajicek. El día anterior habían ganado en primera ronda al ucraniano Molchanov y el australiano Smith. Así que Tsitsipas llegará a su cita con Alcaraz habiendo disputado tres partidos en dos días.

Y podría haber sido peor, porque tenía previsto competir en el dobles mixto con su pareja, Paula Badosa. Iba a hacerlo “por amor”, como recalcó el viernes. Pero la razón se impuso y se retiraron antes de jugar contra la japonesa Shibahara y el estadounidense Lammons. Con gracia y naturalidad, Charly había opinado sobre el asunto después de vapulear a Auger-Aliassime. “Mezclar vida personal con profesional… Estamos en un torneo de tenis y yo, personalmente, miraría primero la parte profesional. Pero si él ve que le viene bien, adelante. Al final, nadie es quién para decirle que no lo haga. Si yo tuviera novia y me pidiese jugar el mixto, tendría que valorar muchas cosas para decidirme. Pero ¿por qué no?”, dijo provocando las risas de los periodistas. Hoy, en la pista, las cosa serán más serias. A Tsitsipas le puede caer un rosco de derrotas o asomar por fin la cabeza en esta rivalidad desigual. En juego están las semifinales, contra un rival por determinar, Jannik Sinner o Grigor Dimitrov, que se enfrentarán sobre las 15:00.

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