El dobles Granollers-Martínez le da el liderato a España
El catalán y el valenciano, que antes había perdido el segundo individual, superan a la dupla de Purcell y Ebden y España afrontará el sorteo de la Final a 8 como primera de grupo.
Marcel Granollers y Pedro Martínez pusieron el broche de oro a una semana perfecta para España en la fase de grupos de la Copa Davis en Valencia. La pareja española resolvió, en el último set del último partido de la última jornada, la eliminatoria frente a Australia y, con su victoria sobre Max Purcell y Matthew Ebden por 5-7, 6-4 y 6-4 en 1h56, la Selección abrochó el primer puesto del Grupo B para tener, a priori, un cruce más asequible en los cuartos de la Final a 8 de Málaga (del 19 al 24 de noviembre). Tres eliminatorias disputadas esta semana en La Fonteta y tres triunfos para los de David Ferrer, este último, ante la todopoderosa Australia (subcampeona en las dos últimas ediciones de la copa del mundo de tenis), cimentado este domingo con la épica remontada de Pablo Carreño frente a un Jordan Thompson que llegó a sacar para ganar y con la victoria de Granollers y Martínez en el punto decisivo. Antes, el propio Martínez sucumbió ante Alexei Popyrin, aunque por suerte su derrota quedó en anécdota.
A pesar de que era un domingo en el que se respiraba cierto aire de tranquilidad, con España (que dio descanso a Carlos Alcaraz y Roberto Bautista, los héroes de las eliminatorias previas) y Australia ya clasificadas a Málaga, según cruzó la red la primera bola del día volvió el ambiente de tensión competitiva, y es que no hay deportista al que le guste perder, y menos a una España que contó con un público de La Fonteta entregado para la causa, como si fuese una eliminatoria del formato antiguo. Demostró esa hambre voraz Pablo Carreño con una tremenda remontada ante Thompson (2-6, 6-2 y 7-6 (3) en 2h36), colocando el gijonés a la Armada a tan solo un punto de amarrar el primer puesto.
Y también lo demostró, aunque con un peor resultado que su compañero, Pedro Martínez, 42º del ranking mundial, que a sus 27 años se estrenó en la fase de grupos de esta semana y debutó en un partido individual de Davis (en 2022 jugó cuatro encuentros de dobles con dos triunfos y dos derrotas) cediendo ante el número uno australiano, un Popyrin que mandó con puño de hierro a pesar del incesable empuje del valenciano (6-4 y 6-4 en 1h29), que jugaba a 40 kilómetros de su Alzira natal. “Es muy especial y emocionante jugar aquí, en Valencia. He tenido un partido muy duro esta mañana. En el dobles he luchado de nuevo y creo que hemos jugado un partido muy bueno de principio a final. Jugar con Marcel es muy fácil. Él hace que te sientas muy cómodo jugando a su lado. Estoy muy contento de que hayamos podido ganar este partido para el equipo”, dijo Pedro tras su doblete en este domingo.
Y como esta semana en Valencia ha ido de emoción, con remontadas de leyenda como la de Bautista o Carreño, no podía ser de otra manera que esto se resolviese en el dobles. España jugaba con la baza de contar con el número uno del mundo, un Marcel Granollers que formaría pareja con Pedro Martínez después de que Carreño, inicialmente inscrito para el encuentro, presentase molestias en la espalda. Pero la dupla australiana no era manca, ni mucho menos: Matthew Ebden, quinto del ranking mundial (balance de 9-2 en dobles de Davis antes de este partido) y campeón olímpico este año, y Max Purcell, octavo de la modalidad (9-1) y reciente campeón del US Open. La pareja aussie, que dejó un recado a Granollers en la previa de la eliminatoria, había ganado los dos partidos que lleva esta semana en Valencia, y juntos ganaron Wimbledon en 2022. Todo en manos de estos cuatro protagonistas.
Se notó desde el inicio la amplia experiencia de todos los jugadores en dobles, incluso del menos habituado, un Pedro Martínez (este era su 93º partido en la especialidad) que estuvo a la altura en todo momento. Intercambios muy cortos, dominio del saque y casi todos los huecos cubiertos en la red. El catalán y el valenciano, que hace dos años ya jugaron juntos, poco a poco fueron cogiendo el feeling a volver a compartir pista. Dejaron como anécdota un choque en un punto en el que no se aclararon quién iba a por la bola, pero por suerte no hubo nada que lamentar. Granollers, tirando de galones y de vuelta al resto a la izquierda (con Alcaraz cambió de lado para que el murciano pegase de derecha), tomó la batuta de una dupla española que caminaba muy firme hasta que, cuando sacaba para el tie-break, un juego desordenado y con buenos restos de los australianos permitió a los oceánicos, impecables durante esos tres cuartos de hora, adjudicarse la primera manga.
Sin techo hacia Málaga
Ni mucho menos bajaron los brazos Marcel y Pedro. Imposible después de la lección de lucha, garra y pundonor que han dado los cinco integrantes de la Armada esta semana. Inspirados por sus compañeros, que no dejaron de animar desde el banquillo, los españoles consiguieron empequeñecer a los aussies, y La Fonteta también colaboró para ello. Se abrió una ventana de oportunidad en forma de bola de break al inicio del segundo set, y Martínez, con un globo y dos voleas sensacionales, no perdonó. Ahí estuvo el punto de inflexión que buscaban los españoles. Desde entonces, todo fue sobre ruedas para Pedro y Marcel, muy bien compenetrados y fiables con el saque, que se apuntaron el segundo set y, en el tercero, repitieron la historia. “Marcel es número uno del mundo con Horacio (Zeballos), pero le vencí la semana pasada en cuartos de final del US Open. Para ser honesto, no me preocupan. Siento que somos el equipo más fuerte en la eliminatoria”, dijo esta semana un Purcell que cometió una doble falta para un nuevo break español, definitivo a la postre. “En el segundo y en el tercer set hemos jugado al mismo nivel que en el primero, pero ellos habían jugado un set increíble con su servicio. Hemos seguido intentándolo”, analizó Granollers tras la victoria, fiel al estilo español de nunca rendirse.
Resonó el Que viva España en La Fonteta, que por tercera eliminatoria consecutiva estalló de júbilo al ver a los suyos hacerse con la victoria. Un cambio radical en comparación con el año pasado, cuando la Selección, sin Alcaraz ni Bautista, llegó a la última jornada sin opciones después de dos derrotas por 0-3. Ahora, los de Ferrer han demostrado que pueden ganar a cualquiera, incluso a la subcampeona del mundo y a su temido dobles. No hay techo para el equipo español, que lo pondrá a prueba en dos meses en la Final a 8 de Málaga. El primer puesto de España en su grupo hace que su rival sea (el sorteo es el próximo jueves) el segundo del Grupo A (Italia, Holanda o Bélgica) o el segundo del Grupo C (Alemania). Pero la Armada volverá a contar con la baza de jugar ante su público, ese que le ha dado alas esta semana. “Estoy muy orgulloso del equipo por toda la semana. De los jugadores y de todo el staff. Han estado increíbles y estoy muy contento por ellos. Aquí, en Valencia, además, el ambiente ha sido increíble. Estos jugadores son luchadores y esperamos jugar a este nivel en Málaga”, dijo Ferrer al público. A Málaga como primeros y con la mochila llena de ilusión y confianza.
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