Sabalenka se venga de Gauff para jugar su segunda final consecutiva
La bielorrusa, que perdió la de pasado US Open contra la estadounidense, peleará por el título en Melbourne contra la china Zheng.
Aryna Sabalenka demostró este jueves en las semifinales del Open de Australia que es la tenista más poderosa del circuito, con permiso de la número uno del mundo, Iga Swiatek, con quien rivaliza desde hace tiempo de tú a tú. La bielorrusa, vigente campeona en Melbourne, se tomó cumplida venganza de la derrota encajada ante Coco Gauff en la final del pasado US Open y jugará por segunda vez la del Grand Slam oceánico, después de vencer a la estadounidense de 19 años y cuarta del ranking por 7-6 (2) y 6-4 en 1h42. El sábado (09:30, Eurosport), sin haber perdido ni un set en seis partidos, se enfrentará a la china Qinwen Zheng.
Sabalenka, de 25 años, que jugaba su sexta semifinal consecutiva en un major (la cuarta tenista que lo consigue en este siglo tras Serena Williams (6 entre 2002 y 2003 y 10 entre 2014 y 2017) y Jennifer Capriati (6 entre 2001 y 2022)), y está en racha de 13 victorias en Melbourne, se las arregló muy bien para presionar en los segundos saques de Gauff, que marcahaba invicta en 2024 (10-1 ahora) y salvar una situación complicada en el primer set, cuando la americana rompió para ponerse con 6-5 y servicio. Aryna arrasó después en el desempate y controló el juego en la segunda manga hasta encontrar el break con sus clásicas combinaciones de golpes en el noveno juego. Después no perdonó y acorta la ventaja de Coco en el cara a cara (4-3).
Detalle y sonrisas
Sabalenka es la primera jugadora que repite final en Melbourne desde Serena en 2016 y 2017, y puede emular a su compatriota Victoria Azarenka, que fue campeona en 2012 y 2013, siendo la siguiente en encadenar dos títulos.
“Te quiero”, le dijo Aryna a la exjugadora Jelena Dokic, que fue su entrevistadora en la Rod Laver Arena. “Porque el otro día te di una toalla, dijiste que eso me traería suerte y ha funcionado”, completó. La australiana le pidió después que firmará otras dos para una subasta en beneficio de niños y mujeres víctimas de violencia doméstica. “Me enfoqué en mí misma. Sabía que ella se iba a mover mucho y a devolverme todas las bolas, así que tenía que estar preparada para golpear una más. Esa fue la clave”, explicó con esa sonrisa que no se le borra pase lo que pase. La sonrisa del tenis femenino que tiene asegurada la segunda plaza del ranking y va, de nuevo, a por la primera.