Munar 2.0 sorprende con una espectacular victoria ante Shevchenko
El español de 26 años y 83º del mundo apabulla en tres sets al ruso de 23 y 48º. Solo había ganado un partido en este torneo. Le espera Mannarino o Wawrinka.
A la chita callando, Jaume Munar ha llegado como un tren de mercancías al Open de Australia después de un curso pasado más bien discreto, en el que obtuvo un balance de 15-19 y jugó bastantes Challengers para detener su caída en el ranking mundial. Este domingo, el primero con competición en la historia del Open de Australia, el español de 26 años y 83º del mundo apabulló en tres sets (6-3, 6-3 y 6-1) y 1h55 a Alexander Shevchenko, ruso de 23 y 48º, un puesto al que nunca ha llegado hasta ahora Munar. En segunda ronda le espera el francés Mannarino o el suizo Wawrinka.
Jaume jugó de maravilla, aunque es cierto que su rival, al que se había enfrentado y ganado (doble 6-2) en el Challenger de Marbella 2022, le dio bastantes facilidades (especialmente con el revés), hasta 15 oportunidades de break, de las que el mallorquín residente en Andorra aprovechó seis. De esta forma, Munar se soltó para colocar 34 golpes ganadores (ocho de ellos de saque directo) y cometer 23 errores no forzados, en contraposición a los 40 de un Shevchenko muy desdibujado, con un tenis muy de tierra batida. De hecho, fue en el Mutua Madrid Open del año pasado cuando sorprendió al vencer, tras jugar la previa, a Wolf y a Lehecka, antes de caer antes su compatriota Medvedev en tres sets.
Su currículum no le sirvió para contener a Munar, que iba para rosco en el primer parcial, con bolas para el 4-0 de salida, y en ningún momento cedió el control del partido, pese a perder su saque una vez en ese set inicial. A partir de ahí, dominó por completo al de Rostov y acabó con unas sensaciones magníficas. Solo había ganado un partido en Melbourne en sus cinco anteriores participaciones, ante Gaston en 2020. Después Popyrin le sacó del camino.
Cambios radicales
Ahora tiene por delante otro que se presenta ilusionante, que tiene su explicación. “Yo estaba entrenando muy bien, estaba jugando muy bien. He hecho creo una temporada fantástica. La mejor de mi vida. He hecho muchos cambios. Creo que he salido un poquito de mi zona de confort. Y eso al final te da un poquito de vértigo, pero se nota en lo positivo”. Y ¿en qué consisten esos cambio? “He cambiado muchísimas cosas a la hora de entrenar. He pasado a entrenar muchísimas menos horas de las que entrenaba antes. A nivel físico, he seguido como siempre de bien, porque creo que llevo años estando muy bien. Pero a nivel tenístico he cambiado cosas en el saque. He cambiado la derecha totalmente, de arriba a abajo. Pienso que estructuralmente mi posición en pista es muy diferente a la que era antes. Y son cosas que, al final, quieras que no, te dan mucho que pensar, te dan mucho que trabajar. He hecho todos estos cambios haciendo menos horas de las que hacía previamente, con lo cual creo que ha sido un poco un proceso de cambio en mí como jugador. Y ya no solo como persona, sino al final conseguir enfocar un poquito diferente todas estas competiciones y todas esas transiciones entre entreno y competición es un cambio grande para mí. Yo era un jugador de hacer millones de horas en pista y creo que al final intentar sacar más calidad por encima de cantidad es importante”.
Munar explica por qué decidió hacer esas variaciones en su tenis: “Seis años Top 100. Seis años, vamos a llamarlo de cara al público de éxito, pero para mí seis años en los me había quedado en cierta manera estancado. No a nivel tenístico de resultados, sino a nivel un poco personal y de mejora personal. Mejoraba cosas, hacía cambios, pero nunca conseguía dar cambios abruptos, y creo que es algo que este año sí que estoy buscando. Supongo que mi juego es muy diferente al juego que tenía antes. Y creo que es sobre todo para dar un paso adelante y romper barreras que no he conseguido romper estos años”.
Con esa nueva dinámica pretende “quedar satisfecho” de sí mismo. “Yo siempre he sido un jugador defensivo, sólido, me ha costado dar pasos adelante en la pista, gestionar toda la parte emocional. Me ha llevado un trabajo muy grande durante todos estos años y opino que ahora está floreciendo un poco, y al final para mí mi mayor obsesión es que llegue noviembre y que esté satisfecho de haber hecho algo diferente a los otros años y después veremos dónde nos lleva ese algo diferente. Pero sin duda que creo que en el camino en el que estoy, estoy para hacer algo un poquito más grande. Si vamos a números, quiero ser sincero, para mí es una pequeña obsesión cruzar el top 50, que no lo he conseguido aún”.
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