Rybakina vuelve al partido por el título de un Slam

Elena Rybakina ganó el año pasado en Wimbledon, pero su éxito no se vio recompensado en el ranking, porque en el Grand Slam británico no se repartieron puntos debido al boicot contra los tenistas rusos y bielorrusos, que provocó la toma de esa medida por parte de la ATP y de la WTA. Por eso, y porque en US Open cayó en la ronda, la kazaja llegó al Open de Australia como cabeza de serie número 25, cuando debería haber sido la ocho. Por eso se cruzó en el camino de tres favoritas que debieron maldecir su suerte, a las que ganó. Y este jueves se clasificó para la final, segunda suya en un major, tras vencer a la cuarta consecutiva, Victoria Azarenka: 7-6 (4) y 6-3 en 1h41. Su rival, el sábado a las 09:30, será Aryna Sabalenka, que ganó a Magda Linette.

Rybakina se ha plantado en el partido por el título con todo merecimiento. En tercera ronda, apeó a Danielle Collins, finalista en Melbourne el año pasado; en octavos, a Iga Swiatek, número uno y ganadora de tres Slams; en cuartos pudo con Jelena Ostapenko, campeona de Roland Garros 2017, y en semifinales, a Azarenka, que ganó dos veces seguidas (2012 y 2013) el Open de Australia, país que celebraba su fiesta nacional.

Elena ha hecho del saque su mejor arma en el torneo. Acumula 45 aces (10 en el último encuentro). Aun así, ante una rival como Vika, lo perdió tres veces. Un problema que solventó con buenos restos que le permitieron lograr cinco quiebres y dominar el encuentro ante una oponente a la que había vencido también en dos mangas el año pasado en Indian Wells.

Felicidad y ascenso

“Estoy muy feliz y orgullosa de mi equipo. Sin ellos esto sería muy difícil. Las condiciones (fresco y viento) eran diferentes a las de otros días, no pude jugar tan agresiva porque la pelota no corría tanto como otros días”, dijo Rybakina, que momentáneamente sube 15 puestos en la clasificación, hasta el 10º.