Bautista es el único superviviente español en el cuadro masculino
El castellonense gana en cinco sets a Holt y se medirá con Murray. Carreño no puede evitar la remontada de Bonzi ni Davidovich la de Paul.
Roberto Bautista remontar un 0-2 en un Grand Slam por tercera vez en su carrera, después de hacerlo en dos ocasiones en la temporada 2015, en Wimbledon, contra Benoit Paire, y en el US Open, ante David Goffin. Esta vez superó a un rival de menor fuste, el estadounidense de 24 años y 216º del mundo, Brandon Holt, que venía de jugar la previa. El castellonense sufrió, pero encontró la manera de darle la vuelta al marcador para ganar por 4-6, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-2 en 2h56.
En tercera ronda, altura que alcanza por séptima vez en su trayectoria en un torneo en el cual su tope son los cuartos a los que llegó en 2019, Bautista se enfrentará el sábado al británico Andy Murray, que también remontó un 0-2 ante al australiano Thanasi Kokkinakis, para ganar por 4-6, 6-7 (4), 7-6 (5), 6-3 y 7-5) en un partido épico que terminó a las 4:06 y duró 5h45, el tercero que acaba más tarde en la historia del tenis, y el segundo más duradero del major aussie. Tuvo mérito lo que hizo Roberto, porque el día anterior había tenido que completar su victoria contra Joao Sousa, en un encuentro que fue aplazado el martes por la lluvia. Una de las claves del encuentro fueron los errores no forzados, que demuestran que la famosa consistencia de Roberto es real: él sumó 27 y su rival 58.
“El marcador no ha girado como debería haber girado. No he hecho tan mal inicio de partido como para ir perdiendo 6-4 y 3-0 0 de 9 en break points, confiado en el trabajo en mi nivel. Muy contento de haber seguid y jugando muy bien al tenis”, explicó Bautista, que estaba orgulloso de su respuesta ante tan complicada situación. “Para seguir un partido estando 2-0 tienes que confiar mucho, sentirte bien, jugar bien sabía que iba perdiendo 6-4 y 6-2, pero si hacía las cosas bien podía. Batalla mental complicada, ocho años que no daba la vuelta”.
Carreño no evita la remontada de Bonzi
A Pablo Carreño le ocurrió lo contrario que a Bautista. Fue él quien sufrió la remontada de su rival, el francés de 26 años y 50º del mundo, Benjamin Bonzi: 4-6, 4-6, 7-6 (5), 6-1 y 7-6 (4) en 4h11. Después de ganar con solvencia los dos primeros sets, el gijonés tuvo un punto de break para ponerse con 6-5 y saque en el tercero, pero lo perdió en el desempate y en la cuarta manga se desconectó. La quinta fue dura para él, porque se le escaparon bolas de quiebre en tres juegos, y después de levantar cinco match-balls en el décimo, no pudo con la quinta en el superdesempate final.
No llegaba bien el asturiano a la cita, con pocas horas de entrenamiento por la lesión de codo que tuvo durante las Finales de la Copa Davis y que no le permitió jugar en la United Cup, y con “muchas molestias”, derivadas de esa tendinitis en el tendón interno del codo derecho. Además, jugó con una malla por unos problemas en el brazo derecho, como explicó a los medios españoles después de ganar a Cachín en la primera ronda. Muchos contratiempos para poder competir al más alto nivel contra un rival del top-50 que fue muy agresivo (79 golpes ganadores). Bonzi alcanza la tercera ronda de un Slam por primera vez, y se medirá con el australiano Alex de Miñaur.
Otro partido de cinco sets
Alejandro Davidovich volvió a chocar con la barrera de la segunda ronda del Open de Australia, un escalón que nunca ha logrado superar el malagueño de 23 años y 32º del mundo. El malagueño cayó ante el estadounidense Tommy Paul, 14º cabeza de serie, pese a que estuvo a un set de ganar el partido, cuando se colocó con 2-1 en el marcador. Al final, el estadounidense de 25 años venció por 6-2, 2-6, 6-7 (4), 6-3 y 6-4 en 3h50.
Otro partido de cinco sets en la trayectoria de Davidovich, 12º contando con el del martes, cuando ganó al kazajo Alexander Bublik, para un balance aún favorable de 7-5. Lo que está claro es que Alejandro siempre vende muy cara su derrota. Se vio el curso pasado contra Vesely en Wimbledon y ante Berrettini en el US Open.
Esta vez, quizá le faltó tranquilidad para manejar una situación que se le puso mal de salida, que después supo reconducir y que se le escapó cuando tenía la oportunidad de cerrar el encuentro en cuatro mangas. Enfrente estaba Paul, un rival desenfadado, que se divierte en la pista y que saca (18 aces) y golpea (54 winners) con una buena mezcla de fuerza y calidad.