Bucsa se estrena en Australia: “Tengo 7 equipaciones y me vale”
La española, que no tiene patrocinadores, remonta ante la alemana Lys para ganar su primer partido en el torneo oceánico. Su siguiente rival, Andreescu.
Cristina Bucsa vivió este lunes, en el inicio del Open de Australia, una experiencia que no olvidará, ya que logró ganar su primer partido en el torneo oceánico, segunda victoria en un Grand Slam tras la que cosechó el año pasado en el US Open ante la eslovena Kaja Juvan. La española de 25 años y número 100 del mundo desde esta semana, que obtuvo la clasificación para el cuadro principal con tres triunfos en la fase previa, se impuso por 2-6, 6-0 y 6-2 a la alemana Eva Lys, de 21 y 127ª, que también tuvo que jugar en la qualy y que debutaba en un major.
Bucsa, nacida en Chisinau (Moldavia) y cántabra de adopción desde los tres años, cuando su familia se trasladó a Torrelavega, se vio sorprendida por Lys en el primer set, pero había hecho un buen trabajo de desgaste, moviendo a su rival de lado a lado de la pista, que más tarde daría sus frutos, ya que la germana padeció diversos problemas físicos y acabó con molestias en la muñeca derecha. Cristina mantuvo la concentración durante los parones y reaccionó con un contundente rosco y un parcial de 12-2 en las dos últimas mangas. En la segunda ronda se enfrentará a un hueso duro de roer, la campeona del US Open de 2019, Bianca Andreescu, que se impuso a la checa Marie Bouzkova (25ª favorita) por 6-2 y 6-4.
Una tenista “libre”
Bucsa, que solo viaja con su padre, Ion, no tiene patrocinadores, por lo que juega con equipaciones de diferentes marcas: camiseta Lacoste, pantalón y gorra Nike y zapatillas Asics. “Me gusta ser libre, lo mejor es la libertad. No necesito tener mucha ropa, con siete camisetas, siete pantalones y faldas ya me vale, porque si no, es un gran gasto. Si alguien viene ahora, hablaremos”, explica Cristina, que juega con raquetas Wilson. “Me duran mucho porque no las rompo, tampoco el cordaje, así que no lo cambio. La tensión la elige mi padre”.
Bucsa es una tenista atípica, que no usa demasiado las redes sociales: “Solo tengo Facebook, para hablar con las chicas y quedar para entrenar y jugar dobles. No lo veo algo para mí. No me gusta enseñar fotos mías ni cosas personales”. La cántabra se centra en “el día a día” y no le importa demasiado haber entrado en el top-100. “Si hay que jugar previas, se juegan, si estoy en el cuadro, pues bien, pero mi forma de ver el tenis es diferente a la de otras jugadoras. Estar ahí no me parece algo estratosférico”, explica Bucsa, que apunta como clave de su mejoría tener “mucha más fe” en sí misma. Empezó a estudiar psicología, pero lo dejó “porque las fechas de los exámenes coincidían con los Grand Slams”. Y le gusta “leer cosas de psicología, de filosofía y de cómo funciona el cuerpo humano”.
A pesar de su forma de ser diferente, tiene amigas en el circuito. “Cualquiera que me entre, puede ser mi amiga. Tengo amistad con Shuai Zhang, Danielle Collins… Soy muy abierta con las chicas, si quieren hablar de algo o discutir, yo encantada”. En ese aspecto, la ayuda hablar cuatro idiomas: “Hablo español, rumano, inglés y francés”. Su progresión la llevó a ser convocada para la Selección en las Finales de la Billie Jean King Cup el pasado mes de noviembre.