Alcaraz, rumbo a Australia
Carlos viaja este sábado a Melbourne, donde jugará dos exhibiciones antes del primer Grand Slam del año. Ganarlo es su “principal objetivo”.
Después de emplearse a fondo en una pretemporada que comenzó el pasado 9 de diciembre, Carlos Alcaraz viaja este sábado, rumbo a Oceanía, para encarar el primer Grand Slam del año: el Open de Australia (12 al 26 de enero). Ganador ya de cuatro majors, el prodigio de El Palmar pretende conquistar el único título de esta categoría que aún no ha añadido a su palmarés, tras ser campeón dos veces en Wimbledon (2023 y 2024), una en el US Open (2022) y otra en Roland Garros (2024). “Soy un chico muy ambicioso y algo de Australia es lo que quiero tatuarme, aunque a mi padre no le guste mucho. Ser campeón allí es mi principal objetivo para la próxima temporada”, dijo hace unos días en la gala de la Asociación de la Prensa Deportiva de la Región de Murcia.
Por eso, Alcaraz se ha preparado con más ahínco que en anteriores Navidades, incluso algunos domingos, a caballo entre el Club de Campo Murcia y la Ferrero Tennis Academy de Villena. Trabajo intenso en el gimnasio, combinado con entrenamientos de calidad ante colaboradores de lujo, como Roberto Bautista y Matteo Berrettini, y jóvenes ‘sparrings’ de calidad, como Francesco Passaro, Abdullah Shelbayh, Vilius Gaubas (discípulo de Guillermo García López) y dos proyectos prometedores de la escuela antes llamada Equelite, Maxi Carrascosa y Darwin Blanch.
El saque y la potencia del golpe de derecha han sido los aspectos en los que más ha incidido Carlos, a las órdenes de Juan Carlos Ferrero y Samuel López, ex de Pablo Carreño incorporado definitivamente al equipo. Alcaraz reconoce la importancia del servicio, un elemento del juego cada vez más importante en un circuito plagado de cañoneros, y sabe que tiene que mejorarlo. “Mi nivel de saque fue muy malo de porcentaje, de dirección, de velocidad, de todo. Si quiero hacer grandes cosas y ganar en los Grand Slams, son cosas que tengo que mejorar”, dijo tras caer el curso pasado, precisamente en Australia, contra Alexander Zverev. Lo necesita si quiere luchar en igualdad de condiciones con el alemán, Jannik Sinner y Novak Djokovic, sus principales rivales en una difícil campaña de reválida y pelea por el trono mundial.
Fórmula repetida
Para afrontarla en las mejores condiciones posibles, Carlos ha repetido la fórmula con la que inició 2024 y no jugará ningún torneo previo al Slam aussie. Solo disputará un par de exhibiciones en la semana previa en Melbourne. El 8 de enero, miércoles (09:00, hora española), se enfrentará al ídolo local, Alex de Miñaur. Y el 10, viernes (07:00) se las verá con otro australiano, Alexei Popyrin. Sus últimas apariciones en pista las hizo en otros dos encuentros amistosos, ambos en Estados Unidos a principios de diciembre, contra Ben Shelton (victoria en Nueva York) y Frances Tiafoe (derrota en Charlotte).
Mientras preparaba otra larga gira que le llevará por todo el globo (podría disputar hasta 20 torneos), Alcaraz tuvo tiempo de inaugurar una exposición solidaria sobre su vida, organizada en Murcia por su fundación, y de divertirse en una pachanga futbolera entre jugadores y entrenadores en Villena. No todo iba a ser trabajar.
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