Nadal cae en la final ante Borges y ya mira hacia los Juegos

Rafa Nadal se quedó a un paso de saborear la gloria dos años después. El español de 38 años no pudo rematar la que, a pesar de lo sucedido este domingo, es una semana fantástica en su evolución, y se despidió del ATP 250 de Bastad con una derrota en la final ante el portugués Nuno Borges, de 27 años y 51º del ranking mundial, por 6-3 y 6-2 en 1h28. Rafa se quedó sin sumar el que habría sido su primer título desde Roland Garros 2022 y el 93º de su carrera (el 64º sobre tierra batida), pero lo cierto es que el de Manacor aterrizará mañana en París con la mochila llena de confianza después de unos días muy positivos en Suecia, donde ha conseguido acumular tiempo en pista y ha podido sacar adelante partidos muy competidos. “Me he divertido en pista”, reconoció este domingo un Nadal que ya mira hacia los Juegos Olímpicos (el tenis comienza el 27 de julio).

En la final de hoy, probablemente se vio la versión más gris de Rafa durante la semana. “Hoy no ha sido mi mejor día. Nuno ha jugado muy bien y ha sido muy difícil para mí”, reconoció el balear, al que un día más le costó sacar adelante sus turnos al saque. Nadal apenas conservó su servicio en tres ocasiones y recibió cinco breaks en la final, 19 en sus cinco encuentros en Bastad y 18 en los tres últimos partidos. Lo de este domingo quizás se pudo explicar también por el cansancio acumulado de Rafa, que en los últimos tres días había sumado 7h59 en pista a lo largo de ocho sets. Y es que, a diferencia de lo que sucedió ante Navone o Ajdukovic, el español ni siquiera pudo coquetear con la remontada, y ya dos breaks abajo en el segundo parcial sacó el pañuelo blanco. También es que Borges, muy correcto en todas las facetas, no le dio alas en ningún momento.

“Todos queríamos que Rafa ganase, incluso una parte de mí lo deseaba, pero algo más grande dentro de mí me empujó sobre todas las emociones. No ha ido sobre jugar mi mejor tenis hoy, era sobre estar en los momentos más importantes, no podía haber jugado mejor. Estoy muy feliz, esto es muy emocionante”, explicó el portugués después de conquistar el primer título ATP de su carrera. El de Maia, además, tiene el honor de sumarse a una lista muy reservada, la de jugadores que han ganado una final sobre tierra batida a Nadal: Federer (dos veces), Djokovic (cuatro), Zeballos y Murray. “Jugar en un estadio lleno, contra Rafa, en tierra batida, siento que estoy en un sueño. No ha sido el mejor partido de Rafa, pero todo el mundo te ama allá por donde vas, especialmente los jugadores que te ven como un ejemplo”, añadió Nuno, quien infligió a Rafa su derrota número 50 en arcilla (suma 483 victorias).

El encuentro comenzó con cinco breaks consecutivos, la tónica que se venía viendo en los últimos partidos de Rafa, pero Borges afinó al servicio para apuntarse el primer set. Rafa sí que pudo consolidar su saque, por partida doble, al inicio del segundo set, pero enseguida el portugués volvió a dar problemas metiéndose dentro de la pista y jugando un tenis muy sólido, sin grandes alardes pero soltando la derecha en cuanto podía (23 ganadores del luso por solo cinco de Nadal). “Muchas felicidades a Nuno, has jugado genial toda la semana y te lo mereces más que nadie. Disfruta de un momento tan especial como es ganar un título y te deseo lo mejor para el resto de la temporada”, le dedicó un Nadal que no pudo repetir el título que ya ganó en tierras suecas allá por 2005. “Ha sido genial volver”. En su discurso como subcampeón, además, Rafa demostró una vez más que no tiene claro que este año sea su último. “No sé si volveré a jugar aquí, probablemente no, pero he disfrutado mucho el jugar aquí una vez más”.

Perder una final nunca es plato de buen gusto, y menos para un animal competitivo como es Nadal, pero lo cierto es que es momento de poner las cosas en perspectiva. Después de 50 días alejado de las pistas, el balear reapareció en un torneo de Bastad del que se despide con cuatro victorias, más otras dos en dobles. El título no era el objetivo inicial, y Rafa sí que puede afirmar que ha cumplido con su meta de volver a competir al más alto nivel y que ha resistido a duras batallas físicas en días consecutivos. Este lunes, el manacorí viajará hasta París, donde se reencontrará con las instalaciones de Roland Garros en las que luchará por el asalto a su tercer oro olímpico. O incluso al cuarto, ya que el dobles con Carlos Alcaraz, que también llega mañana a la capital francesa, es otra gran opción de medalla para España. Una derrota que deja muchos tintes positivos para Nadal.

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