Mensik impone su fuerza sobre Carreño y España queda en manos de Munar

En la previa de la eliminatoria, Pablo Carreño hacía mención a lo particular que es la Copa Davis, una competición que en ocasiones no atiende a la lógica. “La Davis es diferente, especial, si miramos el ranking, no tenemos nada que hacer contra Chequia, pero pasan muchas cosas en esta competición y no va del ranking", dijo el gijonés, de 34 años y 89º del ranking mundial. Lo cierto es que, este jueves, hizo todo lo posible por conseguir que pasaran esas cosas inesperadas a las que apelaba, pero el sentido común se acabó imponiendo: Jakub Mensik, 19º del ranking, superó al asturiano por 7-5 y 6-4 en 1h39 para colocar a la Selección española contra las cuerdas. Si Jaume Munar no logra el triunfo a continuación contra Jiri Lehecka, la Armada caerá eliminada en los cuartos de final de Copa Davis, en la que no llega a semifinales desde 2019.

Poco margen de maniobra tenía David Ferrer tras la baja de Carlos Alcaraz. Con tan solo cuatro jugadores en nómina, Pablo Carreño iba a ser, sí o sí, el encargado de abrir la eliminatoria frente a la poderosa Chequia. Habiendo dejado atrás el calvario de lesiones que lastraron tanto tiempo al medallista olímpico y campeón de un Masters 1.000, el de Gijón se reconcilió con la Davis, la cual ya ganó en 2019, en Marbella, donde logró el quinto y definitivo punto frente a Dinamarca para clasificar a la Selección a la Final a 8 de Bolonia. Carreño es un valor seguro de garra, de pelea, de nunca arrojar la toalla, y todas esas virtudes salieron a relucir este jueves en el norte de Italia, aunque fueron insuficientes para derrocar a un Mensik inspirado, que, a sus 20 años, cuando está centrado y las cosas le van de cara es un proyecto de tenista sobresaliente. Así ganó este curso Miami, aunque su balance global de 2025 ha sido ciertamente irregular.

No tuvo esos vaivenes de juego este jueves, en una Fiera di Bologna que se llenó tarde. Los accesos, por los que entraba sobre todo un incesante reguero de excursiones de colegios, dieron signos de colapso mientras sonaban los himnos nacionales previos a la eliminatoria, y el partido entre Carreño y Mensik comenzó con un aspecto desangelado en las gradas, aunque después la entrada resultó muy positiva. Un sonoro grupo de hinchas checos animaba a los suyos detrás del banquillo, mientras que la afición española estaba más deslocalizada, con varios grupos de estudiantes Erasmus, que de esos hay un porrón en Bolonia y que se hicieron notar.

La garra previamente mencionada de Carreño fue desarticulada por Mensik a base de zambombazos. El checo, que tiene un látigo en su brazo derecho y al que le vienen muy bien las condiciones indoor, cosió con el saque a su rival, al que le colocó 20 servicios directos. Pese a ello, apretó al resto el español, e incluso fue quien golpeó primero con un break que le puso 4-3 arriba en la primera manga. Poco le duró la alegría a Pablo, espoleado por un banquillo de la Armada que nunca dejó de animar. Mensik asestó el contrabreak, estuvo muy sólido desde el fondo de pista y supo encontrar el modo de no caer en las trampas que le iba poniendo Carreño en forma de cortados y bolas lentas.

Tuvo el checo dos bolas de set al resto muy bien salvadas por Pablo, pero a la tercera fue la vencida para Jakub. También aguantó muy bien el gijonés en la segunda manga, aunque se repitió la historia: un sinfín de saques directos con los que Mensik se hacía fuerte, y un break del checo en el último juego que certificó su triunfo y colocó a España en manos de Jaume Munar. "El partido ha estado igualado, pero en los momentos importantes él ha marcado diferencias con el saque. No he podido sacar esos juegos clave. Todavía queda eliminatoria. Sabíamos que no iba a ser fácil, posiblemente Mensik es el mejor número dos del torneo. Toca apoyar a Munar ahora", valoró Carreño minutos después en el micrófono de Movistar+. O al dobles con el valor seguro de Marcel Granollers (“pongamos el 1-1 y Marcel se encarga”, dijo Ferrer en la previa), o la eliminatoria estará resuelta si Jiri Lehecka vence.

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