Sinner le cierra la puerta a Djokovic en Shanghái

Jannik Sinner y Carlos Alcaraz están empeñados en jubilar a Novak Djokovic y, a falta de París Bercy y las ATP Finals, pueden dejar al serbio prácticamente en blanco toda la temporada. El relevo generacional, con Roger Federer ya retirado y Rafa Nadal a punto de colgar la raqueta, parece consumado. Este domingo, en la final de Shanghái, el italiano de 23 años le dio al serbio de 37 otra vez con la puerta en las narices, para levantar su séptimo título este curso, tercero de Masters 1.000 (cuarto de su carrera) tras los conquistados en Miami y Cincinnati (nadie ganaba tantos en un mismo año desde Nadal en 2018): 7-6 (4) y 6-3 en 1h37.

“Ha sido un gran partido ante Novak, uno de los retos más duros que tenemos. Estoy muy feliz de cómo he manejado la situación. Él sacó muy bien en el primer set y no pude encontrar la manera de romperle. Luego jugué un buen desempate y eso me dio confianza para empezar bien el segundo. Obviamente, estoy muy feliz por mi actuación en todo este torneo, que es muy especial”, dijo Sinner, que iguala el cara a cara con Djokovic (4-4) con tres victorias consecutivas (cuatro en los últimos cinco duelos), la segunda seguida sin encajar un quiebre del serbio, a quien eliminó a principios de año en las semifinales del Open de Australia.

Sinner, primer jugador de su país que se proclama campeón del torneo, acabó con mucha autoridad con la racha del balcánico en finales de Shanghái (4-1 ahora) y es el primer número uno que triunfa en este evento desde el propio Djokovic en 2015. Con 23 años y un mes, es el tenista más joven que levanta allí el trofeo. El balcánico, por la parte que le toca, se queda sin ganar su trofeo número 100 en el circuito y tampoco iguala el récord de victorias en Masters de Nadal, que sigue al frente de la lista histórica con 410.

Precisión y talento

“Es complicado decir el secreto (para ganar a Djokovic), porque no tiene debilidades. Tienes que intentar usar la escasa cantidad de opciones que te da, que no son muchas en el partido, tratar de creer en todo momento… Es una leyenda de nuestro deporte y es muy complicado enfrentarse a él. Estoy muy feliz”, analizó Jannik después de completar un partido sin fisuras, con pocos errores no forzados (17), en el que supo tener paciencia para no ceder ante la presión del ganador de 22 Grand Slams en el primer set, para cerrarlo en el desempate. En el segundo fue muy superior, tenística y físicamente. Con un break para el 3-1, certificado con una impresionante derecha paralela, el de San Cándido tomó ventaja y ya no miró atrás hasta poner la guinda a un gran triunfo con un saque directo.

“Felicidades a Jannik, ha sido muy bueno hoy, muy fuerte, muy rápido. Bien hecho. Estás haciendo una gran temporada y lo mereces”, dijo Djokovic de Sinner, líder en victorias (65, récord personal) y títulos (siete) en 2024, un año un tanto ensombrecido por la polémica de ese doble positivo por clostebol que reclama como intencionado la Agencia Mundial Antidopaje, pero del que fue absuelto en primera instancia por la Agencia para la Integridad en el Tenis. En cualquier caso, su nivel de tenis le convierte en el mejor jugador de esta campaña. Con permiso de Carlos Alcaraz, con quien se ha repartido a porciones iguales los títulos de Slam y que fue un aficionado de lujo en la final de Shanghái, sentado a la izquierda del legendario Roger Federer, ídolo del Big Three que ve ahora de espectador cómo una era de oro toca a su fin. El oro olímpico en París, en aquella final contra Alcaraz, salva, de momento, el discreto curso de Djokovic.

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