Rybakina repite final con 40 ganadores y la jugará ante Collins

Con mucho esfuerzo de nuevo, como el pasado martes ante Maria Sakkari, cuando tuvo que jugar dos horas y 48 minutos para superar en tres sets a la griega, Elena Rybakina venció este jueves en las semifinales del Miami Open a Victoria Azarenka: 6-4, 0-6 y 7-6 (2) en 2h33. La kazaja se metió así en la final del sábado (20:00, Teledeporte y DAZN), que es la segunda consecutiva para ella en el torneo, después de perder la del curso pasado contra la checa Petra Kvitova.

Su rival será Danielle Collins, la estadounidense de 30 años y 53ª, que en la temporada de su retirada se deshizo de la rusa Ekaterina Alexandrova (6-3 y 6-2 en 1h15) y jugará por primera vez el duelo por el título de un WTA 1.000. El cara a cara lo domina Rybakina por 3-1, con un último triunfo hace poco, en octavos de Abu Dabi. Desde que perdió el primer set ante su compatriota Bernarda Pera (3-6, 6-1 y 6-1), Collins ha arrasado: doble 6-2 ante Potapova; 6-1 y 6-2 contra Avanesyan, 6-3 y 6-2 frente a Cirstea y de nuevo 6-3 y 6-2 ante Garcia, el mismo resultado, curiosamente, en sus tres últimos compromisos. “Es muy especial lograr esto en mi estado de nacimiento. Mi padre me decía, ‘solo irás a Miami si juegas el torneo’ y ahora estoy en la final”, afirmó la americana.

“Este torneo ha sido una maratón desde el primer día y hoy ha sido otra batalla. Estoy feliz de estar otra vez en la final”, dijo Rybakina, que colocó 40 golpes ganadores, 11 de ellos de saque directo. Acumula ya 393 en 2024, más que nadie en el circuito femenino. Aunque cometió 43 errores no forzados, Elena se las arregló para salir del apuro en el que le había metido Azarenka, campeona en Florida en 2009, 2011 y 2016, al hacerle un rosco en el segundo set y conseguir un break cuando su rival sacaba con 5-4 para cerrar el triunfo. Lo hizo en el desempate, afinando mucho con su servicio cuando más falta le hacía.

Reacción

“Hay mucha humedad, son condiciones difíciles, y lo he acusado en el segundo set. Pero luego salí preparada en el tercero y luché hasta el final. Esta vez sufrí un poco peor que ante Sakkari. En el tie-break apagué un poco la mente para ir a por la victoria”, resumió Rybakina, que fue capaz de reaccionar después de ganar solo cinco puntos en una segunda manga horrible para ella.

Quizá le ayudó que había ganado a la bielorrusa de 34 años y 32ª en los tres anteriores duelos que habían mantenido. Esta es la quinta final en un WTA 1.000 (2-2) de la número cuatro del mundo (lo mantendrá pase lo que pase el sábado), de 24 años, única top-10 que logró llegar a las semifinales en Miami. Esta temporada está siendo una de las tenistas más regulares, con cuatro finales (2-1 hasta ahora).

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