El mejor Davidovich se planta en las semifinales de Toronto
El español barre al estadounidense McDonald, que no había perdido ni un set en tres partidos, y alcanza su tope en el ranking (23º). Se enfrentará a De Miñaur.
Alejandro Davidovich vive en Toronto una de las mejores semanas de su carrera deportiva. El español de 24 años lo corroboró este viernes con un triunfo incontestable, brillante y divertido contra el estadounidense, de 28 y 59º del mundo, Mackenzie McDonald: 6-4 y 6-2 en 96 minutos. Pocas veces había jugado mejor, quizá cuando fue finalista en Montecarlo el año pasado y se quedó a un paso de conquistar un gran título al perder contra Tsitsipas. En otro Masters 1.000, el de Canadá, aspira al campeonato. Aunque este sábado (20:30) en semifinales (segundas para él en la categoría) se medirá con el australiano Alex De Miñaur, crecido tras sorprender al segundo cabeza de serie, el ruso Daniil Medvedev (7-6 (7) y 7-5). Lo que nadie le quitará, pase lo que pase, es el 23º puesto del ranking, su tope. Y jugar la final le pondría por primera vez en el Top-10 (19º).
“Ganar a los mejores jugadores me ha dado mucha confianza, quiero salir a la pista y dar lo mejor de mí, disfrutar en cada punto, cansarme y batallar”, afirmó Alex. “Pensé que sería más complicado contra Mackenzie, al principio estaba jugando increíble. Después tuvo un par de fallos y yo creí más en mí mismo, eso me dio mucha energía”, añadió el del Rincón de la Victoria, que domina su fuerte temperamento. “Por primera vez, sí (sobre que parece muy disciplinado). Las buenas rutinas y los buenos hábitos, todo el trabajo es fuera de pista. Obviamente, también hay muchas cosas del juego, pero lo más importante es lo de fuera”.
Como le sucedió el jueves contra Ruud, Davidovich tuvo que revertir un mal inicio de encuentro después de encajar un break en su primer turno de servicio. Lo hizo de inmediato y desde entonces, y aunque tuvo que levantar un par de puntos de quiebre, fue mejor que un McDonald bien colocado, que abría muy buenos ángulos pero fallaba más de la cuenta (36 errores no forzados). De hecho, dos dobles faltas suyas facilitaron la rotura que le puso en bandeja de plata el primer set al malagueño. Lo cerró a lo grande, con un ace. El americano no había perdido ni uno en todo el torneo.
Acelerón
Alejandro lo hizo todo bien, con la derecha, el revés paralelo, el saque y los globos. Y encontró la manera de presionar en cada saque de Mackenzie no dando una bola por perdida y con una técnica de golpeo exquisita y al mismo tiempo acrobática y potente. Con esa fórmula, en racha de seis juegos seguidos y tres breaks, se adelantó de entrada y de manera contundente en la segunda manga (3-0), siempre sonriente, incluso en el momento del error. Además, la suerte le acompañó en algunos lances, quizá porque la merecía. Se dejó un saque camino de la victoria, aunque estaba tan confiado, que completó el trabajo con otro gran comportamiento al resto y el éxito no se le escapó. Se sacó la espina de las cinco derrotas que había encajado este año en otras tantas rondas de cuartos. Un paso más en su evidente crecimiento.