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Alejandro Davidovich
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Casper Ruud
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TENIS | MASTERS 1.000 CANADÁ

Davidovich, a cuartos tras otro triunfo sonado ante Ruud

El español remonta un 4-2 en el tercer set para vencer en el desempate al noruego, número cinco del mundo. Se enfrentará este viernes a McDonald.

Actualizado a
Davidovich, a cuartos tras otro triunfo sonado ante Ruud

No es la primera vez que Alejandro Davidovich gana a dos top-20 en un mismo torneo, ya lo había hecho el año pasado en Montecarlo, cuando venció al número uno, Djokovic, en segunda ronda, y al diez, Fritz, en cuartos antes de llegar a la final y perderla contra Tsitsipas. Pero las sensaciones que transmite en Toronto, en otro Masters 1.000, son incluso mejores. Después de ceder solo cinco juegos en los dos primeros partidos ante Wolf y Zverev (16º), el español ganó este jueves por 7-6 (4), 4-6 y 7-6 (4) al quinto del ranking y tres veces finalista de Grand Slam, el noruego Casper Ruud. Lo hizo con remontada en el tercer set, cuando perdía por 4-2. Si suma a su magnífico tenis la capacidad de disfrute y la aceptación ante las adversidades, es un oponente poderoso para cualquiera. También para el estadounidense Mackenzie McDonald, que el viernes (18:35, Movistar+) será su rival en cuartos tras apear al canadiense Milos Raonic con un doble 6-3.

“Me mantuve muy centrado en cada punto, no me importaba si él sacaba para ganar. Estaba ahí y no me rendí. Cuando conseguí el break al final fue una inyección de poderío para cerrar el partido”, dijo el malagueño, que ha sabido sacar conclusiones positivas de las derrotas. “He vivido muchas situaciones este año que tenía que cerrar, con match balls o buenas ventajas, y cogí mucha experiencia. Esta vez daba igual ganar o perder, porque estaba dando mi 100%”, añadió.

No empezó bien la cosa para Davidovich, con un juego en blanco y dos oportunidades de quiebre para Ruud. Las salvó el malagueño y a partir de ahí mejoró con el paso de los minutos, fiel a su estilo desenfadado. En el sexto juego se permitió el lujo de conseguir un ace con un saque por abajo (willy), que no le gustó nada a su rival. Así se sacó la espina del fallido que le costó el partido contra Rune en Wimbledon. Después levantó otros dos puntos de break antes de igualar a cinco con un dejadón. El desempate fue inevitable y raro de inicio, con cinco tantos ganados al resto. Alex fue el primero en conservar sus dos saques para lograr un 5-0 que le facilitó el triunfo parcial.

El segundo set fue más enrevesado que el primero. Lo abrió Davidovich con su primera ocasión de quiebre y un punto espectacular (vean el vídeo). No la aprovechó y acto seguido, Ruud por fin le robó el servicio. Iba lanzado el triple finalista de Grand Slam hacia la igualada, pese a las molestias lumbares por las que fue atendido, pero la lluvia frenó su remontada.

El duelo estuvo parado durante una hora y tres cuartos, y en la reanudación, con sol y sin viento, el del Rincón de la Victoria recuperó el sitió y se puso por delante (4-3). En los anteriores duelos entre estos dos tenistas de 24 años, en las NextGen ATP Finals 2019 y Roland Garros 2021, se agotaron las mangas. En esta ocasión volvió a suceder lo mismo porque el español se hizo el harakiri con otro willy, ahora mal ejecutado, dos dobles faltas y un revés a la cinta que le pusieron en bandeja el 5-4 y la paridad. Casper, recuperado físicamente gracias al parón, aceptó los regalos y forzó la tercera serie.

Sin miedo

La racha de Ruud continuó con dos juegos más para poner un inquietante 2-0 a su favor. Foki parecía perdido, errático, aunque se agarró al partido como pudo. Soltó el brazo de nuevo y conectó golpes ganadores. En esa situación, no tenía nada que perder y sí mucho que ganar. Y su voluntad le sirvió para doblegar la resistencia de un un contrincante férreo cuando este sacaba para ganar. Davidovich le echó literalmente para atrás, le sacó de la pista para forzar el segundo tie-break, una suerte en que le ha deparado grandes disgustos pero en la que estuvo sensacional en este encuentro ante un Ruud claramente arrugado que no pudo responder a la última dejada genial del andaluz. Signos de crecimiento.