Carreño gana su primer Masters 1.000 en una semana fantástica
El gijonés remonta para ganar en Montreal ante Hurkacz su primer Masters 1.000. Es el 15º campeón en la categoría de la Armada, que acumula 58 trofeos.
Pablo Carreño puso broche de oro este domingo a una de las mejores semanas de su vida, probablemente la más completa en cuanto a tenis de su notable carrera, que va camino de acabar en sobresaliente. El gijonés remontó para vencer en la final de Montreal a Hubert Hurkacz (3-6, 6-3 y 6--4 en 1h45) y cosechó así a sus 31 años su primer título de Masters 1.000, séptimo en total de un palmarés, que incluye un bronce olímpico y un título de Copa Davis, al que ahora ‘solo’ le falta la guinda de un Grand Slam (fue dos veces semifinalista en el US Open). Seis partidos fantásticos ante muy buenos rivales (Berrettini, Rune, Sinner, Draper, Evans y Hurkacz) para alcanzar la gloria que se merece por ser un trabajador incansable y por jugar como los ángeles.
Carreño se une a la nómina de campeones españoles en la categoría, 15 jugadores que han dado lustre a la hoja de servicios de la Armada desde que se instauraron estas series, en 1990. Juan Aguilera fue el pionero, con su triunfo en Hamburgo en aquel año, contra el gran Boris Becker, y Rafa Nadal disparó las cifras con los 36 trofeos que acumula, de momento (ver tabla).
Era la final 100 de Masters 1.000 con un español, para Pablo la primera después de quedarse a las puertas en Indian Wells 2017 y Miami 2018. La empezó con nervios y presión. Le costó encontrar la versión valiente y suelta que le había hecho volar en las cinco rondas anteriores, en las que solo cedió un set. Se le escapó el primer set. Sin embargo, lejos de venirse abajo, comenzó a jugar como si se tratara de un partido cualquiera y sacó lo mejor de su repertorio. El saque le ayudó mucho y una rotura para el 2-0 le puso al mando en la segunda manga. Lo aguantó con bravura, hasta el punto de desquiciar a Hurkacz, polaco de 25 años y 10º del mundo, que ya sabía lo que era ganar un torneo de este calibre (Miami 2021). “Que se te vea y se te escuche cuando ganes”, le dijo José Antonio Sánchez de Luna, el técnico de la academia de Ferrero que le acompañó en ausencia de Samuel López, una suerte de filósofo-entrenador que tuvo su importancia en este éxito. Como el padre del asturiano, que sufrió y disfrutó a partes iguales en la grada. De cosas como un puntazo acrobático de su hijo en el 4-2 del tercer parcial. “Es crucial ser positivo siempre, creer en mi equipo, en mí y en mi tenis. Es mi victoria más importante”, dijo Carreño, que sube al puesto 14 del ranking, cerca del top-10 que alcanzó en 2017.
Gran curso
Otro hito que demuestra su grandeza, como el de poner su nombre en la lista de ganadores de Canadá, en la que había ya dos españoles, Nadal, cinco veces campeón, y Manolo Orantes, que triunfó allí antes de la época Masters, en 1975. No se pone el sol para la Armada. El año es brillante, con 19 finales y 13 trofeos levantados por seis tenistas (Nadal (4), Alcaraz (4), Bautista (2), Ramos (1), Martínez (1) y Carreño (1). Cuando no es uno, aparece otro. Un lujo que no se agota desde hace décadas y que no siempre se valora. Que no pare.