Bouzas se abre paso a golpes hasta sus mejores cuartos

De un tiempo a esta parte, Jessica Bouzas ha elevado su nivel y adquirido una notable facilidad para generar potencia y producir golpes ganadores. Este sábado, madrugada ya del domingo en España, le colocó 39 (solo siete de ellos de saque directo) a Lin Zhu para vencer por 7-5, 1-6 y 6-2 en 2h17 y meterse en los cuartos de final más importantes de su carrera, al ser por primera vez en un WTA 1.000, el de Canadá. Igualó así su mejor resultado en el circuito y el lunes se enfrentará a la otra revelación del torneo, la adolescente local de 18 años Victoria Mboko, que fue capaz de eliminar a la cabeza de serie número uno, la estadounidense Coco Gauff (6-1 y 6-4 en 90 minutos). “Es muy joven y está jugando muy bien”, resumió la española sobre su próxima oponente. A la ganadora le esperará en semifinales Rybakina o Kostyuk.

De haber sacado un poco mejor, sobre todo en el segundo set, Jessica, de 22 años y 51ª del mundo, habría sufrido menos para superar a la china de 31 y 493ª, que juega con ranking protegido porque estuvo seis meses sin competir el curso pasado por lesión. Típica jugadora del país asiático, que comete pocos fallos (solo 18 no forzados), pero adolece de pegada, la que le sobra a Bouzas, que acumula 141 winners entre los cuatro encuentros que ha ganado en Montreal.

“Ha sido un partido duro, nada fácil, porque desde el primer momento no me encontré muy cómoda. Empecé mal y la parada (de una hora y cuarto por lluvia) me vino bien, porque hablé con mi entrenador, pude relajarme un poco y volver con otra mentalidad. Ha sido un partido de altos y bajos, el más difícil. Pero en días malos, hay que saber llevarlo, más contra una tenista que tiene mucha experiencia y te pone contra las cuerdas todo el rato. Intenté mantenerme lo más positiva posible”, dijo la vencedora, que vivió un inicio de partido confuso. Porque sus sensaciones no eran tan malas, en realidad. De hecho, tuvo dos puntos de quiebre en el primer juego. Pero, de repente, se vio con un 2-0 en contra en el marcador, justo antes del parón, que no le vino mal. En la reanudación, un parcial de 5-0 le puso en cabeza y destacada. Aunque cuando parecía lanzada, Zhu reaccionó y ella colaboró con un par de dobles faltas y algunos errores. Por suerte, para Jessica, encontró la forma del romperle el saque de nuevo a su rival y cerró el primer set con un juego en blanco.

Resistencia

“Has hecho 18 winners, eso es lo que hay”, le dijo su entrenador, Roberto Ortega, en el descanso, intentando reforzar la moral de la tenista de Vilagarcía de Arousa, que no estaba completamente convencida de su rendimiento, por no haber cerrado antes la primera manga. Y Bouzas siguió percutiendo, machacando el lado de la pista de su rival, combinando la potencia con otros recursos como la dejada. Y encontró la recompensa muy pronto en el segundo set. Nada más empezar. Sin embargo, no consolidó el break y se le complicó la tarea, porque por otra doble falta, la tercera (sumó un total de seis), volvió a perder su saque y se le escapó el parcial ante una Zhu rocosa que solo cometió dos errores no forzados para igualar el marcador.

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Y no mejoraron las cosas para Jessica, que encajó la séptima rotura antes de recuperar la potencia para igualar al resto con un ganador de revés. Esa activación y el acierto, por fin, en los primeros servicios, propiciaron el punto de inflexión que necesitaba y que se confirmó con un derechazo para el 3-1. Pero el trabajo no estaba terminado y Lin, desesperantemente resiliente, contraatacó en pleno vaivén de breaks que terminó por agotarla y benefició por juventud a Bouzas (virtualmente 43ª de la clasificación femenina), que cerró la victoria, como no podía ser de otra manera, con un drive ganador.

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