Bouzas: “Mi tenis me sale de dentro, juego como lo siento”
La gallega de 21 años habla con AS después de ganar en la primera ronda del Mutua Madrid Open a Paula Badosa. “Dicen que me deslizo sobre tierra un poco como un chico”.
Después de ganar su primer partido WTA en un Masters 1.000, el Mutua Madrid Open, y ante Paula Badosa, ex número dos del mundo, Jessica Bouzas atiene a AS en uno de los cuartos insonorizados anexos a la sala principal de conferencias de la Caja Mágica. Así, entrevistador y entrevistada se alejan del ruido mediático y literal provocado minutos antes por la rueda de prensa de Rafa Nadal, en la que el balear, un referente para la gallega de 21 años, anunció que esta será su última participación en el torneo.
¿Por qué decidió dedicarse al tenis y cómo empezó todo?
Bueno, yo vengo de Galicia, de Vilagarcia de Arousa, de un pueblo de ahí, de Galicia, en Pontevedra, y siempre me han gustado muchísimo los deportes. Desde pequeñita tenía facilidad para todos en el colegio. Quería jugar al fútbol y mi padre me dijo, vamos a probar al tenis, vete ahí, y obviamente yo podía decidir. En cuanto jugué por primera vez, fue amor a primera vista y mi entrenador de allí del club dijo, ‘creo que esta chica tiene algo, tiene algo porque… asimila todo muy rápido, tiene mucha facilidad, le veo cosas que no le veo a otras jugadoras’. Solo había entrenado un día, solo lo había probado por primera vez. Y bueno, a raíz de eso, empecé a jugar al tenis y con 13 años me fui de mi casa, de Galicia. Porque al final allí llueve mucho, hay muchas complicaciones para poder jugar al tenis y, por desgracia, tampoco hay un nivel muy grande. El tenis no es un deporte que destaque muchísimo. Fui de mi casa a la Academia de Tenis Ferrer, de Alicante, yo sola, para apostar por el tenis. Y hace un año y poco me mudé a Madrid para dejar un poco la Academia atrás, aunque estoy superagradecida de todo lo que me ayudaron, pero para dar un pasito más y poder tener un entrenador particular para mí, de una manera más exclusiva. Y aquí seguimos.
¿Quién es su equipo?
Ahora mismo estoy con Roberto Ortega (extenista) como entrenador, con Moisés Benavente como preparador físico y con Raquel Mejías como psicóloga.
¿Cuándo se dio cuenta de que haría carrera en el tenis?
A mí siempre me lo habían dicho. La gente que lo veía. Los entrenadores que me conocían, siempre decían que tenía muchísimo potencial, que podía llegar muy lejos. Pero, al final, faltaban todas esas cositas que tienes que encajar para poder ser un tenista del Top-100, que es un nivel muy alto, aunque considero que también las tenistas Top-200, Top-300 tienen un nivelón; pero bueno, al final estar entre las mejores 100 del mundo yo creo que es lo más alto. Ahora me doy cuenta de que sí que puedo estar, aunque la gente ya lo veía de antes. Y ahora está empezando a encajar todo un poquito más.
¿Y qué cosas ha cambiado o mejorado para conseguir el salto este que ha dado ahora para meterse en ese Top-100 y ganar un partido de Masters 1.000?
Bueno, sobre todo, aprender mucho. He aprendido mucho también, porque tuve rachas muy malas. El año pasado fue por momentos mu duro. El final de año también y, cuando te caes, te tienes que levantar. Ahí es cuando aprendes realmente. Cuando las cosas van bien, vas poco a poco, pero al final cuando te caes y algo va mal, es cuando realmente te das cuenta de algunas cosas y tiene que pasarte para que luego no te vuelvas a caer. Fue un poco así. Ahora es lo que está pasando, que soy un poco más experta en algunas cosas e inexperta en otras, porque al final estoy empezando a hacer cosas, como quien dice. Tengo que ir adaptándome.
Corríjame si me equivoco, pero viéndole jugar parece que tiene bastante variedad, porque hace buenos cortados y no tienes golpes malos. ¿Eso lo trabaja, el jugar un poco de manera diferente al resto?
Yo siento que mi tenis me sale de dentro, realmente yo juego lo que siento, no hay ningún patrón. Obviamente, puedes entrenar más unos golpes u otros, porque al final no somos perfectos en todo, pero siento que soy una jugadora, que lo que siente lo hace. Tengo un entrenador que me intenta guiar un poco. Porque hay veces que lo que sientes no es lo correcto. Al final quieres demasiadas cosas que no están en tu control o que no tienes la suficiente calidad para hacerlas. A veces quieres tirar un paralelo en carrera desde tres metros fuera de la pista, pero no puedes. Tanto el cortado como las dejadas, y ser agresiva y a la vez defensiva, es un poco lo que siento y lo que me sale.
Y en ese sentido, ¿qué referente tenía, en qué jugadoras se fijaba para configurar su estilo?
A mí me gustaba muchísimo Muguruza. Ahora mismo se acaba de retirar y es una lástima. Me da muchísima pena, porque me hubiese gustado coincidir con ella en el circuito, pero bueno, yo creo que ella está feliz con su decisión y eso está bien. Al final, si es feliz, ya está. También jugadoras como Sharapova en su momento, Serena (Williams). Y ahora no es que sean referentes como tal, pero sí que al final aprendes un poquito de cada jugadora con la que te enfrentas.
¿Y ahora qué?
Se trata de ir subiendo cada vez, ya mi ranking me da para poder estar aquí. Voy a disputar el cuadro final de Roland Garros por primera vez, que también me lo ha dado el Top-100. Entonces nada, a seguir trabajando. Al final nadie te regala nada y yo creo que nadie me ha regalado nada, yo creo que lo he luchado yo y al final lo seguiré haciendo así para poder buscarme un hueco en todos esos sitios.
No sé si se ha dado cuenta de que, de repente, es la tercera jugadora española del ranking…
Me parece algo muy bonito, la verdad, es un sueño realmente, porque yo lo siento mucho, el poder jugar con España, que nunca he podido, he ido como sparring, pero nunca como jugadora principal del equipo. Espero poder estar algún día, pero sobre todo compartir vestuario y equipo con esas jugadoras a las que hice la sparring sería es algo increíble.
¿Diría que el físico es uno de sus puntos fuertes?
Es un poco lo mismo, obviamente siempre hay posible mejora, pero es como algo que me viene de serie, el moverme, el correr a las bolas, el deslizarme ya desde pequeñita. Me adapto a todas las superficies, me gustan todas las realmente, y a la hora de deslizarme a veces me dicen que soy un poco como un chico, que tengo un poco esa facilidad de poder llegar a algunas bolas a las que parece que no se llega. Sí que hay mucho trabajo físico detrás con mi prepa, no obstante sin ningún misterio.
Rafa (Nadal) le ha hecho ahora un gesto cariñoso, porque coincidieron en la United Cup de 2023. Habría buen rollo. ¿Cómo fue aquello y que opina de él?
Bueno, cariñoso, casi me deja sin piernas. Es su forma de demostrar cariño (se ríe). La verdad es que me llevé una grata sorpresa con él, porque no tenía ningún tipo de expectativa, pero tampoco tenía pensado que pudiera conocerlo o llevarme bien con él, y al final es que tanto su equipo como él son personas increíbles, son espectaculares, conmigo se han portado superbién siempre. Y yo de hecho se lo agradezco muchísimo. Siendo totalmente honesta, no lo veo como Rafa Nadal. Gracias a la United lo veo como una persona más, no pienso, es Rafa Nadal y ha hecho tal o cual, no, lo veo como Rafa y ya está. Entonces, también con su familia, también su hermana Maribel, superbuena, estoy superagradecida por el trato que han tenido y el cariño que me han dado, que es recíproco.
Usted tiene carácter en la pista, se te ve que también Nadal lo tiene como un referente…
Totalmente, claro, al final es un referente por la garra, las cosas que ha conseguido, las cosas que sigue haciendo, porque independientemente de sentir dolor, él ha jugado siempre. Pero es que a nivel humano creo que ha demostrado a muchísima gente que es espectacular, que es un gran jugador, pero una persona también cercana con nosotros, con el equipo, con los jugadores. Y yo creo que es lo que mejor tiene. Obviamente, es un referente para mí. Ya lo era tenístico y ahora personalmente también lo es.
El hecho de ganar a Paula, que ha sido número dos, aunque ahora esté como esté, y hace nada compitió de tú a tú con Sabalenka provoca un clic en su cabeza para decir, puedo ganar a cualquiera…
Sí, a ver, es que al final yo tampoco me lo creía mucho, porque la veía en una tele o en un iPad o desde la grada, no competía contra ella, no la veía realmente en persona. Y al ya jugar, pienso que el potencial está ahí, que el tenis está ahí y que al final solo tienes que adaptarte al juego que tienen estas chicas, porque al final te exigen que cada punto estés al 100% y que lo des todo, entonces es un nivel de exigencia más alto y cada vez es como un escalón más a nivel de superación. Ojalá haya muchos más partidos para poder ver cómo son esas jugadoras, superarme, tener que perder también para saber qué mejorar. Lo de Paula, ha sido algo buenísimo para mí, porque al final la tenía como referente también tenístico y el poder ganarle es algo muy positivo para mí.
¿Dónde se ve en el futuro?
Yo es que creo que aún no he descubierto mi techo ni mi límite, y yo creo que puedo ir más allá, que puedo mejorar muchísimo más, que tengo muchísimas cosas que aprender. Espero seguir con la misma humildad y el mismo trabajo. Me decían que esto podía pasar algún día, aunque yo pensaba, ‘¿te imaginas que algún día me toca jugar contra Paula Badosa aquí y le puedo ganar?’. Y me decían, ‘¿y por qué no?’. ‘Y yo contestaba, venga va, pero ¿qué dices? ¿Cómo va a ser eso posible?’ Y ahora está pasando, entonces, yo no pienso en mi futuro, simplemente pienso en el presente, en lo que está pasando ahora mismo. Y si tienen que llegar cosas tan bonitas como estas, llegarán.
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