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Tenis | Cincinnati

Alcaraz supera una “montaña rusa” para ganar a Dzumhur

El español gana a Dzumhur en Cincinnati tras hacer un mal set entre uno notable y otro bueno. Le espera en la tercera ronda Medjedovic.

Carlos Alcaraz, contra Damir Dzumhur en el Cincinnati Open.
Nacho Albarrán
Nació en Madrid en 1972. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense. Entró en AS en 1996 para documentar partidos de fútbol y estuvo en Cierre antes de encargarse, durante cinco años, de la delegación de Asturias. Después formó parte del equipo de Ediciones y fue redactor de Baloncesto. Desde 2017 se ocupa del tenis día y noche.
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Aunque Carlos Alcaraz saldó su regreso a la competición con una victoria (6-1, 2-6 y 6-4 en 1h41), no fue, ni mucho menos, el soñado. Porque si bien quizá sería exagerado decir que el fantasma de la eliminación el año pasado, a las primeras de cambio contra Gael Monfils, sobrevoló la pista central de Cincinnati, sí que hubo momentos inquietantes en la actuación del español contra Damir Dzumhur. Sobre todo cuando se desconectó en el segundo set tras hacer un primero notable y eso le obligó a apretar para evitar la sorpresa en el tercero.

“Me he sentido como en una montaña rusa. Buenas sensaciones, malas… Lo que puedo decir es que por haber conseguido la victoria al final. Habrá que ser mejor desde ahora y recuperar la confianza”, dijo Alcaraz, que en la tercera ronda del torneo estadounidense se encontrará el martes por primera vez con el serbio Hamad Medjedovic (22 años y 72º), que pudo con el neerlandés Tallon Griekspoor (6-4 y 7-6 (3) en 1h40). Así, un tanto irregular (44 errores no forzados), fue la victoria número 49 de Carlos en lo que va de temporada, una cifra con la que lidera el circuito. Finalista en 2023 (perdió contra Novak Djokovic), esta temporada puede sumar buenos puntos en este evento si no flaquea. Otra cosa será recortarle más menos al número uno, Jannik Sinner, que protagonizó el sábado una vuelta arrolladora.

También tiene la oportunidad de mejorar sus prestaciones en este tramo de la temporada, históricamente más flojo por su parte. De hecho, el de Cincinnati es el único Masters 1.000, de los que se disputan de Wimbledon en adelante, en el que ha pasado de cuartos. Único tenista que ha ganado dos títulos este año de la citada categoría (Montecarlo y Roma), en racha de 12 victorias con esta última, tiene una marca de 34-2 desde que perdió su último partido en pista dura, en la segunda ronda de Miami contra David Goffin.

“Poco a poco”, le decía a Alcaraz Samuel López, que es su entrenador en Ohio, al inicio del encuentro. Pero el murciano tenía prisa y en 28 minutos apabulló a Dzumhur para apuntarse el primer set. Con pocos errores, intensificando progresivamente la potencia de sus derechazos y moviéndose muy bien por toda la pista, Carlos no tuvo problemas para controlar la situación y ganó siete juegos seguidos, desde el 1-0 del balcánico hasta el 1-1 de la segunda manga.

Desconexión

Todo apuntaba a un palizón cuando reaparecieron esas lagunas del número dos del mundo, que ya pueden llamarse ‘alcarazianas’, y el encuentro se igualó. Damir puso de su parte, claro está, aunque lo justo es reconocer que le dejaron meterse en la pelea. Porque en la segunda manga, Alcaraz restó peor, falló más de la cuenta y conectó pocos golpes ganadores. Así llegó el set que le ha ganado siempre Dzumhur al de El Palmar en sus tres enfrentamientos.

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Después, también pasó lo habitual. Ganó Alcaraz, que afinó en todos los aspectos para quebrar el servicio de su rival y ponerse con 3-1 y saque. Era necesario porque al otro lado de la pista ya no le ponían las cosas fáciles desde hacía tiempo. De hecho, Dzumhur no se entregó fácilmente, tuvo que superarle Carlos tras volver a encajar una rotura en un ‘microbajón’, después de hacer dos dobles faltas. El triunfo era cuestión de ritmo e intentaba imponerlo el español. “Acepta el reto”, le aconsejaba López a su discípulo para que evitara un buen marrón, antes de que Damir le echara un cable fallando dos saques e hincara la rodilla definitivamente. Lo bueno es que Alcaraz tiene mucho margen de mejora y que ya ha tomado contacto con la pista dura estadounidense, con vistas al US Open.

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