Alcaraz pierde un match-ball antes de tropezar con Paul
El murciano, que debutaba en el torneo, no encontró su mejor tenis ante el estadounidense y pierde sus opciones de ser número uno antes del US Open.
Carlos Alcaraz debutó este miércoles en el Masters 1.000 de Canadá, que este año se juega en Montreal. Lo hizo con una derrota pedagógica contra Tommy Paul (6-7 (4), 7-6 (7) y 6-3 en 3h20) tras desperdiciar un punto de partido en el tie-break del segundo set. Otra nueva experiencia para él en una temporada tan brillante como complicada, porque hasta ahora no había tenido que jugar tantos partidos ATP y de tan alto nivel. Lleva 50 (49 en 2021), con un balance magnífico: 42-8. Es líder del año en victorias (Tsitsipas puede superarle si vence en el cierre de la jornada a Draper), en finales (seis), en títulos (cuatro, como Nadal) y nadie ha ganado a más top-10 (ocho) que él. Por eso es primero en la carrera sub-21, segundo en la del Masters sénior y número cuatro del mundo. Pero quizá el curso se le está haciendo un poco largo, ya se verá.
La posibilidad de ser el uno antes del US Open se le esfumó ante el estadounidense de 25 años y número 34 del mundo, uno de los jugadores que más ha mejorado en los últimos meses. Su determinación y la capacidad de sufrimiento que ha adquirido porque a sus 19 años ya es el rival a batir, no fueron suficientes para ganar y será Paul quien se enfrente este jueves en octavos al croata Marin Cilic, que apeó al ruso Karen Khachanov.
Alcaraz empezó firme, con un quiebre en el tercer juego, pero perdió su servicio acto seguido y le tocó trabajar mucho, salvar tres puntos de break y sacar mejor para alcanzar un desempate que jugó con pericia de veterano. De hecho, ha ganado los nueve últimos que ha tenido que jugar, otro signo de categoría. La última vez que perdió uno fue en cuartos de Roland Garros, en el cuarto set contra Alexander Zverev. Paul, amiguete de Nick Kyrgios, saca bien, tiene muy golpeo notable, es muy buen restador y bastante inteligente en la pista. No está más arriba por su irregularidad y porque da la sensación de que se toma el tenis con mucha tranquilidad.
Montaña rusa
No obstante, como quien no quiere la cosa, puso en bastantes apuros a Carlitos, incluso en un segundo set que dominaba con holgura el español con un 3-0 inicial y un posterior 4-1 que parecía ponerle en la vía rápida hacia el triunfo. Sin embargo, la silenciosa presión de su rival y algún que otro error no forzado, le hicieron perder esa jugosa diferencia y pasarlo mal el resto de la manga. Hasta el punto de meterse en un lío tras un 0-40 y dos ventajas, que propiciaron el 5-4 para el americano, con la posibilidad de igualar el encuentro. Aunque ahí lució Alcaraz su fortaleza mental con una rotura cimentada en grandes defensas. El esfuerzo le dio alas para atacar con saña después y acercarse a la victoria en un segundo tie-break loco (hubo ocho minibreaks seguidos). Se le escapó un punto de partido y no le quedó más remedio que jugar un tercer parcial, en el que no mostró su mejor nivel hasta que se vio perdido, con 5-2 en contra y cuatro match-balls que salvó antes de ceder frente al empuje y el buen juego de Paul, en una mala jornada para el prodigio de El Palmar (ni el drive ni las dejadas le funcionaron), en el que los puntos más espectaculares los ganó su oponente. Para colmo, se le agujereó una de sus zapatillas. No era su día.